La revista Brando anunció que la edición de febrero será la última. El medio dependiente de La Nación se despide luego de 17 años como uno de los últimos bastiones del periodismo gráfico en papel, algo casi utópico cuando ya estamos definitivamente inmersos en el siglo XXI.
Brando se caracterizó durante estas casi dos décadas por tener un contenido definido y con identidad propia. Se trató de una revista mensual dirigida a un público masculino de intereses diversos: cultura, espectáculos, consumo, lifestyle, deportes. Lo más destacado fue siempre su formato: un muy buen papel y fotos de altísima calidad. En la tapa siempre se pudo ver a un personaje que daba personalidad al producto.
Quizá Brando sea el eslabón final de una época en el periodismo gráfico", la despidió su directora, Fernanda Nicolini.
La directora de la revista, Fernanda Nicolini, se despidió de sus lectores en esta última edición: "Desde hace un par de meses vengo repitiendo: 'Me siento en The last picture show'. Pero recién ahora me doy cuenta de qué significa. Quizá Brando sea eso, una última película. El eslabón final de una época en el periodismo gráfico".
Es que en los tiempos que corren ya casi no quedan revistas o diarios en papel. Y las que existen, por más reconocidas que sean, van cayendo una a una.
Así ocurrió, por citar algunos ejemplos, con las revistas Sophia y Veintitrés. La primera, que publicaba ediciones mensuales y más tarde trimestrales, dejó de imprimirse en 2018, tras 19 años de historia. Veintitrés, por su parte, se pasó definitivamente al mundo digital en 2016 luego de 18 años en la calle con frecuencia semanal, y tras ser adquiridos por Grupo Olmos en 2014.
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Otro caso es el del mítico Buenos Aires Herald, aunque en este caso la historia fue distinta. El diario fundado en 1876 y editado en inglés, fue editado durante 141 años de manera diaria, aunque, debido a los vínculos que el dueño (Sergio Szpolsky) mantenía con el kirchnerismo, durante el mandato de Mauricio Macri no se logró sostener. Si bien se intentó un traspaso al formato digital, eso no prosperó y cerró definitivamente.
De esta manera, La Nación pierde una de sus revistas más importantes. Todavía mantiene algunas cuantas más: ¡HOLA! Argentina, Rolling Stone Argentina, OHLALÁ!, Living, Lugares y Jardín. El tiempo dirá si lograrán resistir un futuro cada vez más digital, o si, por el contrario, seguirán el camino de Brando y de la lectura en papel en general: transformarse en un recuerdo nostálgico del pasado.