El partido entre Serbia y Tailandia estaba picante. Si bien el equipo europeo iba ganando, la defensa tailandesa se mantenía firme, difícil de superar. Tanto que a la jugadora serbia Sanja Djurdjevic le pareció necesario imitar la garra defensiva de sus contrincantes. Para comunicárselo a su equipo, no se le ocurrió ninguna mejor forma que poner sus dos dedos indices al costado de sus ojos, y tirar. Estaba realizando una imitación de mal gusto de los rasgos faciales de las jugadores del equipo tailandés.

Las cámaras captaron el momento y lo reprodujeron por todo el mundo. La Fédération Internationale de Volleyball (FIVB) interpretó el gesto de la jugadora como un exabrupto racista y emitió sanciones. Djurdjevic deberá cumplir dos partidos de suspensión, y la federación de Volleyball serbia deberá pagar una multa de 22.000 dólares. Estos serán donados por la FIVB a una organización dedicada a combatir el racismo y/o financie programas educativos que promuevan la sensibilidad cultural.

Soy consciente de mi error, y le pedí perdón a todo el equipo de Tailandia inmediatamente después del partido".

La jugadora, por su parte, ya pidió perdón por su gesto. Ella declaró: "Soy consciente de mi error, y le pedí perdón a todo el equipo de Tailandia inmediatamente después del partido". "Solo quería -agregó- dirigirme a mis compañeras con el mensaje 'Ahora, vamos a defender como ellas'. No era mi intención faltarle el respeto a nadie".

La Federación de Volleyball de Serbia también se hizo cargo de la situación, y posteó un mensaje conciliatorio en Facebook. "Le pedimos disculpas al equipo tailandés" expresaron desde el organismo. Sin embargo, también pidieron que la gente "No exagerar las cosas. Sanja es consciente de su error y le pidió perdón inmediatamente a todo el equipo de Tailandia. No quería faltarle el respeto a nadie. Por supuesto, fue desafortunado". En el post, la organización argumentó: "Todo terminó como un simple malentendido. en una atmósfera amistosa entre las jugadoras de ambos equipos".