Pidieron dos años y medio de prisión para Luis Rubiales, el expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) por agresión sexual y coacciones contra la jugadora de la Selección Española, Jenni Hermoso, cuando ganaron el Mundial de Australia-Nueva Zelanda 2023.
La fiscal a cargo del caso, Marta Durántez, de la Audiencia Nacional, también pide que a Rubiales lo inhabiliten para trabajar en el ámbito deportivo durante los dos años y medio que dure la condena, dos años de libertad vigilada, la prohibición de acercarse a Jenni Hermoso a menos de 200 metros durante cuatro años y una indemnización para la jugadora de 50.000 euros.
La pena llega tras la causa que se le abrió Rubiales por el hecho de agresión sexual que perpetró en el contexto de la entrega de medallas en el Mundial Femenino de Fútbol 2020. "En ocasión de la entrega de medallas a las jugadoras de la selección española femenina de fútbol tras su victoria en la final del Mundial, y en el momento en que la jugadora recibía el saludo protocolario y la felicitación del acusado Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), este sujetó su cabeza con ambas manos y de manera sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora, le propinó un beso en los labios", explica el el Ministerio Público sobre lo sucedido.
La fiscal también solicitó un año y medio de cárcel para otras figuras cercanas a Rubiales, que contribuyeron en la persecución a Hermoso después de que la jugadora denunciara: el exentrenador de la selección femenina, Jorge Vilda; para el director deportivo de la selección masculina, Albert Luque; y el exresponsable de marketing en la RFEF, Rubén Rivera. La Fiscalía les imputa a los tres un delito de coacciones por haber presionado a la futbolista y a su entorno tras la agresión sexual cometida por Rubiales.
La fiscal expresa que Jenni Hermoso vivió "una situación de hostigamiento que le impidió desarrollar su vida en paz, tranquilidad y libremente" y que Vilda, Rivera y Luque "eran personas de la confianza de Rubiales" y accedieron a sus respectivos cargos durante su etapa al frente de la RFEF.
La jugadora fue víctima de intimidación tanto en el estadio como en el avión de vuelta a España por parte de Jorge Vilda, y durante sus vacaciones en Ibiza. Rubén Rivera, responsable de marketing de la RFEF, "acudió a dicha localidad e insistió, de manera reiterada y persistente, para que Hermoso hablase por teléfono con el responsable de Integridad", indica desde la Fiscalía.
