En el marco del diagnóstico de Maju Lozano, el autismo fue uno de los temas más hablados en los últimos días. Las personas que lo padecen siendo adultas identificaron sus principales señales. Entre ellas están las dificultades en el área emocional, temores extraños, preferencia por juegos solitarios, molestias frente a determinados estímulos sensoriales y sentirse "diferente al resto".

Andrea Cukier, creadora de contenido sonoro y periodista, señaló: "Desde chica siempre supe que era demasiado diferente al resto. Me costó muchísimo socializar, tenía intereses muy diferentes a las personas de mi edad". Además, aseguró que tiene innumerables recuerdos de sentirse inadecuada en cualquier situación que involucrara socializar.

También dijo que otras de las señales eran los juegos en solitario, temores extraños, "ciertos ruidos, olores y sabores que le desagradaban, y la falta de comprensión de ciertas normas sociales como señales de alarma.

Debido a la falta de tolerancia a ciertos estímulos en situaciones límite, las personas con espectro autista pueden experimentar síntomas como náuseas, dolor de cabeza, angustia, ansiedad, necesidad de realizar estereotipias (movimientos involuntarios) o e incluso autolesiones. "También se experimenta la pérdida de control del cuerpo o los pensamientos, la incapacidad de expresar una crisis e incluso la pérdida de capacidad de habilidades básicas de forma temporal, como alimentarse, ir al baño o tomar agua", añadió Cukier.

Cuál es la importancia de iniciar el proceso diagnostico del autismo

Por otro lado, Romina Zejdlik, profesora y presidenta de la Fundación "Por la Inclusión Plena" remarcó las dificultades en el área emocional, tanto para identificar como para gestionar emociones, como su descontento al asistir a cumpleaños y eventos sociales, junto con la ansiedad. "Si bien siempre he tenido muchas amigas, me ha costado sostener esos vínculos a lo largo de la vida", expresó.

Finalmente, confesó que un puntapié para iniciar su proceso diagnóstico fue leer que un porcentaje de mujeres adultas presentan desórdenes de alimentación, entre el 23% y 30%. En ese sentido, concluyó: "Es sumamente necesario poder prevenir situaciones de saturación sensorial debido a los estímulos del ambiente".