Gracias al relevo de las cámaras de seguridad de la Ciudad se comprobó que Fernando Sabag Montiel y su novia, Brenda Uliarte, llegaron juntos a la esquina de Juncal y Uruguay la noche del ataque a Cristina Kirchner. Tras el ataque, él fue aprehendido por los militantes, mientras que ella escapó en el tumulto.
Con el transcurso de las horas, la investigación del intento de magnicidio a la vicepresidenta continúa ampliándose. Según el análisis de las cámaras de la Ciudad y los datos de los teléfonos, la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo creen que la pareja detenida planificó el atentado contra Fernández de Kirchner.
Un video confirma que los acusados llegaron juntos a Juncal y Uruguay, lo que hace pensar que el ataque estuvo planificado. Además, la Justicia sospecha que habría más involucrados.
En este sentido, la Justicia sospecha que al menos la joven estuvo en los días previos por las inmediaciones de Juncal y Uruguay, donde los militantes se concentraban para apoyar a la expresidenta. Por esto, se cree que hubo "inteligencia previa", pero además se piensa que ellos no fueron los únicos involucrados en la organización del crimen.
Los acusados declaran en Comodoro Py
En este contexto, tanto Sabag Montiel como Uliarte se encuentran en la sede judicial de Comodoro Py, a donde llegaron por separado para declarar frente al fiscal. Habrá que ver si efectivamente lo hacen, o si prefieren el silencio, como ya hizo el atacante en su primera indagatoria.
Sin embargo, la estrategia de la mujer podría ser diferente: acusar a su novio. Esto se debe a que el defensor de Sabag, Juan Martín Hermida, se entrevistó con ella cuando fue detenida, pero luego se excusó de intervenir. Según fuentes judiciales, habría "intereses contrapuestos" entre ambos.
Uliarte podría desligarse de su pareja y acusarlo, ya que habría intereses contrapuestos entre ambos, según fuentes judiciales.
El llamado a indagatoria de la acusada y a ampliación de indagatoria de su pareja se dio al conocer las fotos que los muestra posando con la pistola Bersa disparada el jueves pasado, y con las 100 municiones encontradas en el allanamiento a su domicilio en San Martín. Estas pruebas demostraron muchas contradicciones con las declaraciones mediáticas de la joven de 23 años.
El abogado de Uliarte será entonces Gustavo Kollman, quien aún no se entrevistó con la implicada para informarse del caso. Su teléfono ya fue enviado a los expertos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) para poder extraer la información que pueda ser de utilidad con la causa. Este dato no es menor teniendo en cuenta que todavía se busca acceder al dispositivo del acusado, que se reseteó.
