Por Carlos Fuentealba V.
Mañana la Ciudad de Buenos Aires definirá el camino para la elección el 14 de noviembre, en que se elegirán 30 legisladores y se renovará la mitad del aforo. Y aunque la campaña definitiva está por venir, las fuerzas políticas no pierden ocasión para ocupar posiciones en el ajedrez de una circunscripción que se ha transformado en una llave maestra para el Gobierno del país.
Por eso, oficialismo y oposición no le quitan la vista al nuevo pad59rón de migrantes que este año se multiplicó casi por veinte y duplica en tamaño al de cualquier comuna de la capital. El crecimiento fue exponencial: en 2017 eran 16 mil los migrantes habilitados para votar y en 2019, 20.800. De acuerdo a la información suministrada por el Tribunal Superior de Justicia, al 18 de febrero de 2021 ya habían 398.222 extranjeras y extranjeros en condiciones de votar en las próximas elecciones.
Este crecimiento exponencial se debe a la aprobación de la ley que reforma el Código Electoral de la Ciudad y que incorporó automáticamente a los migrantes que posean la residencia permanente y tengan domicilio en capital.
“Hay que entender que esto es algo que está sucediendo y va a marcar un antes y un después en el mapa electoral de la Ciudad de Buenos Aires. Entre el 15 y 16% del padrón de la ciudad pasó a ser migrante”, explica la investigadora de Conicet, Ana Paula Penchaszadeh, experta en migraciones y derechos políticos que coordinó la publicación del Anuario Estadístico Migratorio de la Argentina 2020. “Lo primero que nos enseñan a los politólogos es a reconocer el rol estratégico de las minorías, que son las que terminan inclinando la balanza para uno u otro lado en contextos de difícil agregación de mayorías. Y este es un caso en el que podría suceder algo así. Por eso hay que prestar atención a este novedoso electorado”.
A la captura de los votos
La enmienda para la empadronamiento automático fue presentada por la legisladora oficialista Paula Penacca, pero fue aprobada por Vamos Juntos. “Esto es interesante y es una de las cosas que uno borra del mapa. Porque hasta ahora este sector no mostraba un trabajo con los migrantes como un componente de identidad partidaria. Por el contrario, lo ocultaba. Pero ahora el peso electoral es tanto, que deberán moderarse sus posiciones abiertamente xenófobas”, sostiene Penchaszadeh.
Así lo corrobora, por ejemplo, el trabajo que relata el legislador Claudio Romero, del Pro, “en los barrios populares con las colectividades paraguaya, boliviana y peruana. Fuera de ello, con los colombianos y venezolanos. Aunque nosotros trabajamos con todos por igual, con los venezolanos los lazos son muy fuertes porque ellos vienen casi expulsados de su tierra debido a la situación política actual”.
Romero asegura, en este sentido, que “la ciudad de Buenos Aires es una de las pocas ciudades en el mundo que tiene tan buen trato con los migrantes y garantiza cuestiones vinculadas a sus derechos humanos, por ejemplo el acceso a la a la salud, a la educación o a la vivienda”.
Aunque nosotros trabajamos con todos por igual, con los venezolanos los lazos son muy fuertes porque ellos vienen casi expulsados de su tierra debido a la situación política actual". (Claudio Romero, diputado porteño del PRO)
En el Frente de Todos, en tanto, se busca capitalizar un escenario que en las anteriores elecciones les resultó favorable. En 2017, por ejemplo, la entonces llamada Alianza Unidad Porteña conquistó el 47% del voto migrante contra el 27% de la Alianza Vamos Juntos del PRO. Esta diferencia se acentuó en 2019, ya como Frente de Todos, cuando sacaron el 66%, mientras que el PRO mantuvo su 27%.
Para la legisladora del Frente de Todos, María Bielli, esto se explica en que “el macrismo claramente tuvo una política anti inmigrante. Sacaron un DNU de expulsiones exprés que hizo que volviera el paradigma de la ley Videla; propusieron una cárcel migrante en Pompeya; implementaron el Sistema RADEX que dificultó mucho la regularización y el acceso a la documentación y a través de los medios, estigmatizaron constantemente este colectivo”.
Bielli no comparte la visión de Romero sobre lo inclusividad de las políticas de Larreta: “La Policía de la Ciudad, que conduce políticamente Larreta, Santilli y Vamos Juntos continuamente violenta a los trabajadores senegaleses en Plaza Miserere, todo el tiempo, por ponerte sólo un ejemplo. Si vas a los barrios populares, donde nosotros trabajamos con las comunidades bolivianas, paraguayas y peruanas, te darás cuenta que la exclusión es la norma y no la excepción”.
Un nuevo mapa del territorio
Penchaszadeh advierte que en política la futurología no corre, pero sí vale considerar los números para establecer tendencias. En este sentido, sí considera “muy probable que esta reforma del padrón migrante redunde en beneficio de quienes la propusieron. No es casual el interés del peronismo capitalino kirchnerista: solo es preciso observar los números y las tendencias a nivel de voto migrante en la ciudad".
En Buenos Aires, la comunidad más grande de votantes es la de los bolivianos, que son más de 65 mil. Luego, viene la comunidad paraguaya, que es de casi 55 mil personas; la peruana, 41mil y la uruguaya, con 23 mil.
Según Penchaszadeh, otro indicador interesante para vaticinar el comportamiento del electorado migrante en la ciudad es el voto transnacional de los principales colectivos migrantes en los últimos procesos electorales de sus respectivos países de origen. “En el caso de Bolivia, por ejemplo, más del 80% de los votos de los bolivianos residentes en Argentina fueron al MAS en todas las instancias electorales celebradas desde 2009. Aunque la relación no es directa, pueden inferirse tendencias electorales en función de las distintas alianzas y afinidades partidarias entre las opciones neoprogresistas, por un lado, y las opciones neoliberales, por el otro".
Es muy probable que esta reforma del padrón migrante redunde en beneficio de quienes la propusieron. No es casual el interés del peronismo capitalino kirchnerista: solo es preciso observar los números y las tendencias a nivel de voto migrante en la ciudad". (Ana Paula Penchaszadeh)
Esta correspondencia también se puede constatar en el caso de los paraguayos, que en su última elección nacional eligieron a Mario Abdo por un margen muy escaso, pero en Argentina ganó la oposición. Según José Guerrero, del Club Paraguayo de Buenos Aires, la comunidad paraguaya se inclina mayoritariamente por el Frente de Todos “porque el gobierno de Macri hizo un desastre contra los trabajadores que golpeó especialmente a la economía de los migrantes, ya que muchos de ellos envían remesas a sus familiares. La devaluación del peso contra el guaraní fue una de las principales causas para votar contra el macrismo”.
En el caso de la comunidad peruana, Luis Espinoza, del Movimiento Nuevo Perú en Buenos Aires, explica que sigue patrones bastante similares a los que establecen los argentinos. “En 2015 los peruanos votaron a Macri y en 2019 al Frente de Todos, entiendo que muy desencantados por el clima de persecución que creó el gobierno anterior" y que encontró en el caso de Vanessa Gómez Cueva, una ciudadana peruana expulsada y separada de sus hijos, a un símbolo. Según advierte Espinoza, los peruanos en la Ciudad de Buenos Aires siguen bastante a las tendencias de lo que ocurre en su país, por lo que está muy atento de lo que ocurra este próximo 6 de junio en la segunda vuelta presidencial entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori.
Ana Paula Penchaszadeh explica que con "los uruguayos no se pueden hacer proyecciones puesto que son el único país de Sudamérica que no cuenta aún con el reconocimiento del voto desde el exterior, lo que constituye una enorme deuda democrática".
Crisis a contratiempo
Se estima que hay 230 mil venezolanos viviendo en Argentina. El 57% de los inmigrantes llegados en los últimos 5 años. De ellos, 80 mil estarían en la ciudad. Su reciente llegada, sin embargo, hace que en muchos casos no hayan obtenido la residencia permanente y no estén en capacidad de votar para esta elección.
La abogada caraqueña Elissa Trotta fue nombrada Embajadora de Venezuela en Argentina por Juan Guaidó en 2019, pero un año después, al asumir Alberto Fernández, le fueron retiradas sus credenciales. Es cauta en aclarar que no le corresponde a ella comentar él comportamiento político de sus compatriotas en Argentina, que se ve obstaculizado por la dificultad que encuentran para regularizar su situación. “Los venezolanos emigran por una situación diferente al resto de los migrantes latinoamericanos. Huyen de una Emergencia Humanitaria Compleja y de una dictadura muy cruel. Eso significa que muchos de ellos no tienen la oportunidad de hacer una planificación perfecta y por tanto han llegado, sobre todo en los últimos tiempos con importantes vulnerabilidades”, sostiene.
Según explica, el foco de esta comunidad es aún pre político dadas las dificultades que experimentan para establecerse. “Sus principales demandas son, sin duda, la falta de ciertos documentos que el régimen venezolano no emite, lo cual complica algunos procesos para avanzar en la obtención del DNI”, dice.
Según el nuevo padrón migrante, la comunidad venezolana representaría a la 11° en importancia electoral, con poco más de 5 mil inscritos, aunque debería ir creciendo su incidencia en la medida que con el tiempo vayan obteniendo la residencia permanente, que demora entre tres y cuatro años en el mejor de los casos. “Los venezolanos son personas muy laboriosas que vienen a trabajar, a desarrollarse y que desgraciadamente están viviendo un momento muy difícil político y económico”, comenta el diputado Claudio Romero.
