Aunque su cuerpo aparentaba 144 años, Ashanti Smith murió de manera temprana a los 18 años en Sussex Occidental (Inglaterra). Si bien su historia se viralizó por la asociación con “El curioso caso de Benjamin Button”, también es una muestra de la admirable actitud de superación y alegría que ella mantuvo en su corta vida.
La adolescente, quien era la cuarta hija de la familia, falleció el sábado pasado después de vivir con la rara condición de envejecimiento prematuro conocida como progeria o síndrome de Hutchinson-Gilford, que la hizo “cumplir” ocho años por cada año de su vida.
La progeria daña diversos órganos y tejidos: huesos, músculos, piel, tejido subcutáneo y vasos. Los niños presentan baja estatura, cráneo de gran tamaño, alopecia, piel seca y arrugada, ausencia de grasa subcutánea y rigidez articular.
“La vida de Ashanti fue una alegría. Aunque la progeria afectó su movilidad, no afectó nada más. Era una típica chica de 18 años y yo amaba todo sobre ella. Era brillante”, comentó al Daily Mail, Phoebe Louise Smith (36), madre de la joven fallecida en Inglaterra.
Ashanti murió días después de cumplir 18 años. Como ocurre con la mayoría de los jóvenes, ella tuvo su primera noche de chicas para probar el alcohol. Su cóctel favorito era “Sex on the Beach. Hay fotos de su primera identificación. Todos la llevamos a los pubs. Se puso borracha y le encantó. Su bebida favorita era Sex on the Beach”, recordó la madre.
“Mi pequeña no se subía a un cochecito. O la llevaban en brazos o caminaba. Tenía más de 100 años, pero por dentro, 18″, destacó la mamá.
La muerte de Ashanti se dio de manera repentina. Aquel sábado, la joven caminaba por el parque como cualquier otro, pero se descompensó y nada pudo seguir igual. “Ella luchó pero dijo ‘Mamá, te amo. Tenés que dejarme ir’”, lamentó Phoebe.
