Preparar entraña a la parrilla es un arte y, como tal, tiene algunos secretos que hay que seguir para lograr mejores resultados. ¿Qué es lo que tenés (y no) que hacer para que esta carne se pueda cortar con cuchara?
Entre las carnes más apreciadas para asar a la parrilla se encuentra la entraña, un corte jugoso, versátil y lleno de sabor que puede ser la estrella de tu próxima juntada con amigos o familia. Si bien puede prepararse rellena o a la pizza, su versión más tradicional tiene aún más adeptos por ser deliciosa y muy sencilla de preparar.
A pesar de su versatilidad y facilidad de preparación, la entraña tiene algunos trucos para que quede perfecta. ¿Cuáles son las cosas que tenes y no que hacer para sacarle provecho al 100% y que quede tierna y deliciosa?
Los sí y los no de la entraña a la parrilla
Lo que sí tenés que hacer
- Elegir una entraña de buena calidad: debe ser fresca, de un color rojo intenso y con una buena cantidad de grasa.
- Sacarla con anticipación de la heladera: es importante que esté a temperatura ambiente antes de cocinarla para que se cocine de manera uniforme.
- Condimentar con sal y pimienta: no es necesario agregar demasiados condimentos para no enmascarar el sabor natural de la carne.
- Precalentar la parrilla a fuego fuerte: debe estar bien caliente para que la entraña se selle por fuera y quede jugosa por dentro.
- Cocinar la entraña a fuego directo: La entraña debe cocinarse a fuego directo durante unos minutos por cada lado, hasta que esté dorada por fuera.
- Dejar reposar: una vez cocida, dejarla reposar unos minutos antes de cortarla para que los jugos se redistribuyan.
Lo que no tenés que hacer
- Cocinar la entraña demasiado: debe quedar a punto, no demasiado cocida para que no se ponga dura.
- Cortarla inmediatamente después de cocinarla: es importante dejar reposar la entraña unos minutos antes de cortarla para que los jugos se redistribuyan.
- No pinchar la carne mientras se cocina: si lo hacés, los jugos se escaparán y la carne quedará seca.
