“Estamos muy contentos y orgullosos -dijo Juan Grabois, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos y de la CTEP- porque vinimos a hacer una reafirmación de soberanía en un territorio secuestrado por una multinacional británica y estuvimos las veinticuatro horas que nos habíamos propuesto estar, demostramos que no son invulnerables y que acá hay una violación de derecho constitucional y una falta de acatamiento de una sentencia judicial”.
El dirigente del MTE que estuvo acampando con un grupo de militantes toda la noche en las orillas de Lago Escondido dialogó con Diego Iglesias, conductor del programa Mejor País del Mundo por Radio Con Vos. “Los lagos son propiedad pública, pero así funciona la ley en Argentina, la empresa de Lewis sólo permite pasar a sus amigos como el juez (Julián) Ercolini y Mauricio Macri, y no permiten pasar a los vecinos, si querés pasar tenés que pedir turno y te dejan pasar cuando se les da la gana”, agregó.
Bajo la consigna “Las Malvinas son argentinas, Lago Escondido también”, el dirigente llegó el martes por la mañana a la estancia e invocó su derecho constitucional a acceder a la costa del lago. El magnate inglés Joe Lewis es propietario de la estancia a la cual, semanas atrás, viajaron los magistrados y funcionarios porteños que son investigados por dádivas por la Justicia federal de Bariloche. Lewis figura entre los 500 hombres más ricos del mundo, posee inversiones en corporaciones energéticas.
Grabois continuó: “Hay una sentencia de 2012 que le exige a la sociedad que tiene el lago y al gobierno de la provincia que se abra un camino para que cualquiera pueda acceder al lago y la provincia no ejecuta esa sentencia porque está entongada con Lewis, porque necesita mantenerlo escondido para hacer las cosas que hacen: festicholas con jueces, con funcionarios, si va un vecino a tomar mate y lo ve a Ercolini, se arruina la festichola”, dijo.
Respecto de la acción que fueron a realizar al lugar, Grabois explicó: “No nos pudieron sacar a patadas, plantamos la bandera argentina en los quince metros del camino de sirga y es absolutamente falso que una persona haya recibido una agresión de parte mía, había una compañera que se quería ir y la estaba pasando mal porque le habían puesto un vehículo adelante de la patota de Lewis, ahí se produjo un forcejeo y aparentemente se le cayo un celular a esta señora, pero no hay delito, no rompimos un candado ni una ramita”.