El diputado por el frente de Izquierda, Nicolás Del Caño, conversó con No Dejes Para Mañana sobre el acampe que se lleva adelante en la 9 de julio desde ayer en reclamo por mejoras salariales y en los planes sociales.

El funcionario explicó que el reclamo de las organizaciones tiene que ver con la pobreza del país, de la que se conocieron ayer los datos del segundo semestre del 2021 y alcanza al 37,7% de la población: "Cuando se fue Macri era del 35%, en 2015 era alrededor del 27%. Estos años de brutal ajuste han dejado un pico de más del 37% de pobreza. Ahí está uno de los problemas más graves del país".

En este sentido, afirmó que el responsable de los acampes, por consecuencia, es el gobierno: "Las protestas son las herramientas que tienen los trabajadores cuando ni siquiera les dan el derecho a pagarte un salario por explotarte, como es el caso de los compañeros desocupados que reciben esos planes miserables de 16 mil pesos, y encima el gobierno se queja".

En Argentina hay una tradición de movilizarse en los sectores populares para que te escuchen. A quien tienen que apuntar es al Gobierno, no a los trabajadores".

Al ser consultado por como los acampes repercuten de manera negativa en la vida de otros ciudadanos que no son responsables de la situación, Del Caño avisó que "las protestas van a crecer". "Siempre hay problemas, hay protestas en otras zonas. En Argentina hay una tradición de movilizarse en los sectores populares para que te escuchen", explicó. En este sentido, dijo que "a quien tienen que apuntar es al Gobierno y no a los trabajadores". 

De esta manera, se preguntó por qué la administración de Alberto Fernández no aplica la propuesta que realizan desde su espacio político de pasar el salario mínimo al nivel de la canasta básica total, que es de 85 mil pesos. "Ningún trabajador puede ser pobre en la Argentina. Hay una solución posible y clara y el Gobierno no lo quiere discutir", escupió.

Sobre la respuesta del el ministro de Desarrollo Social Juan Zabaleta sobre los planes sociales, el diputado afirmó que "hay laburantes que reciben un plan social y lo complementan con una changa. Nadie puede vivir con 16 mil pesos". En este sentido, le marcaron que quizás hay quienes cobran más de uno, pero el funcionario aseguró no conocer a nadie en esa situación ni haber sabido de eso, más allá de la Asignación Universal por Hijo. "Pero igual no alcanza. El salario mínimo está por debajo de la indigencia y lo naturalizamos", dijo con resignación.

Yo le creo a las organizaciones sociales, no a un ministro que dice que como obran 16 mil pesos no los va a recibir. Parece de derecha".

"Las organizaciones dicen que no reciben ninguna ayuda, ni siquiera les llega la polenta. Yo le creo a las organizaciones sociales, no a un ministro que dice que como obran 16 mil pesos no los va a recibir. Juegan con el hambre y la necesidad de la gente. No hubo acuerdo porque el Gobierno no quiere aumentar los planes", aseguró sobre el fallido acuerdo entre las organizaciones y Zabaleta. "Parece un ministerio de derecha a partir del acuerdo con el FMI. Esa es a prioridad que tienen", agregó.

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"Que el ministro diga que no los va a atender, hace que se redoble la apuesta. Queremos enfrentar esta política al servicio del FMI. Nos tenemos que unificar y plantear una alternativa para terminar con esta situación porque no se puede aceptar", cerró.