El líder y vocalista de los Guns N' Roses, Axl Rose, dio en Chicago uno de los concierto más difíciles de su vida, en el que incluso debió dejar el escenario para vomitar.
“Llegué al show sintiéndome genial, pero comencé a ponerme malo desde muy temprano”, explicó el cantante en su cuenta oficial de Twitter. “La cosa empeoró y empecé a vomitar y a marearme. No me hubiera sorprendido si me hubiera caído del escenario”.
Pero Axl Rose no acabó ahí. Al parecer, las sensaciones de malestar iban y venían. “Estaba bien y después no, después bien de nuevo y me volvía a poner malo. Así toda la noche”, recuerda. “Fue una locura, pero el público estuvo genial. Estaba con una mentalidad genial y lo pasamos muy bien”.
A note to Chicago…
I got to the show feeling great, but started getting sick pretty early on. It progressed to where I was throwing up & was light headed. Wouldn’t have been surprised if I’d fallen off the front of the stage.— Guns N' Roses (@gunsnroses) September 17, 2021
Eso sí, este no será un concierto que Axl Rose recuerde por haber cantado bien. Él mismo reconoce que las circunstancias de su enfermedad “fastidiaron mi forma de cantar en algunos tramos”. Rose se sintió aliviado, de hecho, al acabar el concierto. Cabe destacar, también, que dio negativo en COVID-19 y que la causa de sus síntomas era, “posiblemente una intoxicación alimentaria”.
Podría haberme caído del escenario.
Guns N' Roses siguen a mitad de un tour norteamericano que terminará en octubre. La gira también iba a pasar por México para tres conciertos, pero se han pospuesto a raíz de las restricciones contra la COVID del país. La banda, más tarde, tocará en Australia en noviembre.