En los últimos tiempos, la puesta en escena es cada vez más importante para los diferentes artistas a la hora de tocar en vivo y empezó a tomar más protagonismo. Antes, mayoritariamente, las pantallas nada más replicaban lo que hacía el músico en el escenario, pero ahora le agregan valor al concierto y se complementan con lo que hacen los músicos.
De todos modos, esto no empezó ahora, solo que en la actualidad es cada vez más frecuente. Por ejemplo, a fines de 1982, Charly García presentó su primer disco de solista “Pubis angelical / Yendo de la cama al living” y lo hizo en el estadio de Ferro.
Cuando tocó “No Bombardeen Buenos Aires”, una gran cantidad de proyectiles, que emulaban ser misiles, impactaron en la escenografía, en un despliegue de efectos especiales que nunca se había visto en nuestro país. “Creo que su música son imágenes. Generalmente, cuando escucho la música de él, me aparecen imágenes”, subrayó tiempo atrás Renata Schussheim, la encargada de la escenografía de aquel show.
En las décadas de los 80’ y 90’ las bandas extranjeras más famosas por aprovechar al máximo estos recursos eran The Rolling Stones, Kiss, U2 y Pink Floyd, entre otras. Y, desde que se separó esta última, Roger Waters es uno de los principales artistas en montar un espectáculo.
Jeremy Lloyd, el cerebro detrás de la puesta en escena de los shows de Roger Waters, sostuvo algunos años atrás que el cantante no quiere solo un festival techado con alguna que otra luz y buen sonido. “Quiere más que eso, quiere un espectáculo. Ahora nosotros debemos ser más astutos para aprovechar los recursos que nos dan y lograr hacer algo también espectacular y único”, subrayó, en diálogo con Clarín.
Algunos de los ejemplos más claros de la actualidad son los shows de Emilia Mernes, C. Tangana, Rosalía y ahora Wos, que en su último concierto en Racing innovó en el estreno de "Descartable", su último álbum.
La increíble puesta en escena del recital de Wos en Racing
En este contexto y ante este cambio en los recitales, Diario Con Vos habló con Rafael Nir, director artístico creativo de Wos, también encargado de la puesta en escena de lo que fue el show del artista en el Cilindro de Avellaneda.
“La puesta en escena y las visuales le aportan un montón al show, enriquecen un material que ya de por sí es muy bueno. Le aporta una parte que hoy en día está muy en alza, que viene desarrollándose, que tiene que ver con la creatividad y con las posibilidades que brinda el vivo de sumarle capas al trabajo del artista”, subrayo, en diálogo con este medio.
De esta manera, Rafael Nir sostuvo que hoy Valentín (como se llama el cantante) tiene otros intereses, además de la música y se le despiertan más necesidades para trabajar y para agrandar su personaje. “Creo que está bueno pensar el show como un viaje, un camino y escribir esa narrativa; esos climas y esas atmósferas que se van generando a lo largo del show hacen crecer la bestia que ya es”, agregó.
En cuanto a las visuales, el director artístico de Wos señaló que hay que entender “cuándo no irse de mambo con eso también”, respetar que es un recital y que no se transforme en otro formato. “Hoy hay shows muy conocidos y geniales, que mezclan mucho, como Rosalía y C. tangana, que se vuelven espectáculos muy escenográficos y nosotros no queríamos irnos tan a ese extremo, sino hacer un híbrido y poder laburar de esa manera un show, que no deje de ser un recital de rock”, remarcó.
Nir recalcó que en Racing se profundizó esa idea de meter al público como en una película con esa pantalla ultra wide, que era mucho más grande y más pregnante que en los recitales anteriores del músico. Además, se buscó que Wos tenga más momentos de interacción con la cámara y que pueda hablarle al público más de cerca, “que de alguna manera permite que en un estadio tan grande la gente pueda sentirse más cerca del artista, trabajamos en función de eso y creo que funcionó muy bien”.
Finalmente, en cuanto a la puesta en escena el artista, que es uno de los más convocantes de nuestro país, hizo un pedido expreso que se cumplió a la perfección: un escenario con capas, que pueda ir moldeándose y una estructura de banda que no sea siempre la misma para ir refrescando la experiencia del público.