Es clave que las autoridades, organizaciones y ciudadanos trabajemos juntos para evitar su propagación, incluso durante el invierno.

Con la temporada invernal próxima y las temperaturas cada vez más bajas, es importante recordar que el dengue no desaparece con el frío y es un error confiarse en esta creencia.

Si bien el mosquito adulto Aedes aegypti, responsable de la transmisión del virus, no vuela a temperaturas inferiores a los 8°C, puede sobrevivir dentro de las casas. Además, sus huevos son extremadamente resistentes, ya que pueden soportar temperaturas por debajo de los 0°C y eclosionar hasta un año después, cuando las condiciones sean favorables.

Un huevo depositado en otoño puede eclosionar tras el frío y la sequía, si se mantiene en condiciones de humedad, perpetuando así la transmisión del dengue.

Las ingenieras agrónomas Ximena Rojo Brizuela y Mariela Pletsch, coordinadoras de la Región NOA de Casafe, dejaron algunas claves para combatir eficazmente al dengue y resaltaron la importancia de coordinar esfuerzos entre autoridades, organizaciones y ciudadanos.

Los insecticidas que se utilizan para controlar a los mosquitos se dividen en dos categorías: los domisanitarios y los fitosanitarios. Los primeros, se aplican en hogares y son regulados por ANMAT; mientras que los segundos, son usados en agricultura y regulados por SENASA. En ambos casos, los productos deben usarse de acuerdo con las recomendaciones de la etiqueta y con la protección adecuada. 

Para un resultado eficaz, lo importante es articular trabajos simultáneos. Es decir, llevar adelante diversas acciones que disminuyan la propagación del insecto vector. Un plan efectivo de descacharrado junto con la aplicación correcta de larvicida en fuentes de agua, como recipientes domiciliarios, zanjas y agua de lluvia, es clave para un tratamiento exitoso.