Llegó el otoño a la Ciudad de Buenos Aires con una ola polar, por lo que se creía que se iban a disipar los mosquitos. Sin embargo, no desaparecieron con el frío y las bajas temperaturas. Los que sobrevivenno transmiten dengue, zika ni chicungunya, pero molestan. ¿Por qué resisten tanto?
Esta especie de mosquitos que, pese al frío, se multiplica en el AMBA no transmite dengue, zika ni chicungunya. Se trata de la Aedes albifasciatus que está adaptada a regiones de climas templados y fríos. De hecho, llega hasta Tierra del Fuego. Según varios especialistas, los huevos de esta especie de insectos pueden tolerar no solo el frío extremo, sino temperaturas de congelación.
Por esto, el frío no disminuirá la presencia de estos insectos. De acuerdo a varios científicos, la reducción de la población va a tener que ver con la dinámica de la lluvia. Pero seguirán estando, ya que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que en los próximos siete días las máximas no van a superar los 17° y no hay previsión de precipitaciones.
Cabe destacar que si bien el mosquito adulto Aedes aegypti, transmisor del dengue, no vuela a temperaturas inferiores a los 8°, puede sobrevivir dentro de las casas. Además, sus huevos pueden soportar temperaturas por debajo de los 0° y eclosionar hasta un año después, cuando las condiciones sean favorables.
Para evitar la propagación de los mosquitos es esencial coordinar esfuerzos del Estado, las organizaciones y los ciudadanos, incluso durante el invierno. Para un resultado eficaz, se deben llevar adelante diversas acciones como el descacharrado, la aplicación correcta de larvicida en fuentes de agua, la colocación de telas mosquiteras en aberturas, la utilización de espirales y repelentes, entre otras.