El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson renunció hoy como líder de los conservadores de Reino Unido tras la avalancha de dimisiones que se han sucedido durante los últimos días en su gobierno.
La decisión la adoptó tras una conversación con el líder del grupo de diputados conservadores sin cartera, Graham Brady, en la que además acordaron que se mantendrá en el cargo hasta octubre, cuando se celebrará la conferencia de los conservadores.
Según informó la BBC, Johnson “hará una declaración al país” en la que renunciará además al Partido Conservador, por lo que se abrirá una carrera entre los ‘tories’ por su sucesión.
Según estas informaciones, Johnson aceptó que la presión era insostenible luego de la renuncia del ministro para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, que se sumó a la de otros 58 cargos que abandonaron el Ejecutivo desde el martes. También presentó su dimisión la ‘número dos’ del Partido Conservador, Caroline Johnson.
El caso que más remeció a Johnson fue el de Nadhim Zahawi, presentado el martes como nuevo titular de Finanzas, que no sólo renunció a las pocas horas, sino que se sumó a quienes piden la salida del primer ministro. “Sabe en su corazón qué es lo correcto, váyase ahora”, escribió en una carta publicada en Twitter.
La Resistencia de Johnson
Johnson mostró que no quería irse sin dar la batalla y según el diario The Sun, le dijo a sus colegas que tendrían que mancharse “de sangre las manos”.
El Daily Express, diario favorable a los conservadores, se refirió a la “última batalla” de Johnson y el Daily Telegraph concluyó que el primer ministro estaba “herido de muerte”.
El miércoles por la noche echó al ministro de Vivienda y Gobierno Local, Michael Gove, su mano derecha en la campaña de 2016 por el Brexit.
A última hora de la tarde del miércoles, un grupo de fieles colaboradores, entre ellos la ministra del Interior Priti Patel, fue a Downing Street para pedirle que aceptara que, sin el apoyo de la formación, ya no podía seguir.