A raíz de un pedido de Horacio Rosatti, Aníbal Fernández se comprometió a intensificar las medidas de seguridad para preservar a los jueces y los fiscales que investigan el narcotráfico en Santa Fe. Lo que terminó de motivar el pedido del presidente de la Corte Suprema al ministro de Seguridad fue una amenaza de muerte enviada al senador de Santa Fe Lisandro Enrico.
“Hola señor, ya les avisé a todos que deje de meter presa a gente inocente. Va a haber balas para todos. Ya le avisé. Va para Chiarella, para la fiscal Pepino y para el Enrico. Y también par el juez del Juzgado Federal, Cuello Murúa y el Arzubi. Están todos metidos en la bolsa, son todos corruptos. Mandale que deje de engarronar a la gente. Va a haber balas y granadas para todos. El que avisa no traiciona”, decía la amenaza de muerte que llegó al celular de Enrico, se presume que desde Trelew.
La amenaza iba para el juez federal de Venado Tuerto Aurelio Cuello Murúa, el fiscal de la misma localidad, Arzubi Calvo, la fiscal del Ministerio Público de la Acusación (MPA) Susana Pepino y el intendente de Venado Tuerto, Leonel Chiarella.
En este contexto, Horacio Rosatti llamó por teléfono a Aníbal Fernández este lunes, para pedirle que intensifique las medidas de seguridad para jueces y fiscales santafesinos. Según trascendió, el ministro se comrpometió a dar custodia a jueces y fiscales de cinco ciudades golpeadas por el narcotráfico: Venado Tuerto, Rosario, Santa Fe, Rafaela y Reconquista. De esta manera, se extenderá el plan de seguridad que ya regía para Rosario a las otras ciudades.
“A partir de esta situación de amenaza que tomó estado público, el sábado recibí el llamado del presidente de la Corte, doctor Rosatti, que me manifestó su apoyo personal de él y de todos los sus colegas la Corte Suprema frente a esta situación», relató a Infobae el juez Cuello Murúa y aseguró: «No nos van a amedrentar». En diálogo con Clarín, agregó que no es la primera amenaza que reciben y remarcó «la necesidad de que se puedan trabajar estos temas como verdaderas políticas de Estado».
Por la amenaza se iniciaron dos causas penales que tienen por principales sospechosos a Matías Álvarez y a Mauro Novelino, dos narcos de la zona Sur de Santa Fe. Álvarez está preso en la cárcel de Trelew y empezó a ser juzgado por narcotráfico hace dos semanas. Novelino estuvo en la misma cárcel hasta que fue trasladado a Marcos Paz, y la mañana del jueves, día de las amenazas, fue indagado precisamente por Cuello Murúa y Azubi Calvo.