Un chico de 12 años fue diagnosticado con gastroenteritis, lo mandaron a su casa y murió

Un chico de 12 años con síndrome de Down murió pocas horas después de que lo mandaran a su casa en dos hospitales distintos. Lo habían diagnosticado con gastroenteritis y luego por deshidratación, luego de que el nene manifestara dolores de panza y vómitos. La familia espera el resultado de la autopsia y exige respuestas los médicos. La causa fue caratulada como «averiguación causales de muerte».

Se trata de Rodrigo Ortiz, oriundo de La Plata. Los malestares empezaron el domingo, y según contó su madre, Gabriela Díaz, el chico no paraba de vomitar. Tras el primer diagnóstico en el hospital Gutiérrez, en donde le hicieron un control y lo medicaron por gastroenteritis, lo mandaron a su hogar.

A la madrugada del lunes Rodrigo no presentaba mejoras. «Lo veía pálido. Se hizo encima y vomitó todo negro. Ahí le dije a mi marido ‘voy a bañarlo así lo llevamos al hospital porque yo no lo veo bien'». Así, cerca de las 4 lo trasladaron al hospital de Niños. Sin embargo, tardaron en atenderlos un rato: «Se hizo caca de nuevo. Lo tuve que bañar otra vez en el hospital».

Fueron a dos hospitales distintos, donde le diagnosticaron gastroenteritis primero, y luego deshidratación. Las dos veces lo mandaron a la casa, y finalmente murió mientras dormía.

Cuando finalmente los atendieron «le revisaron el corazoncito nada más», según relató su madre. «Me preguntaron qué tenía y les dije que vomitaba negro y que estaba haciendo mucha caca. Les dije que lo dejen internado porque lo veía mal», detalló. Ahí lo evaluaron y le diagnosticaron deshidratación. Le indicaron un tratamiento a seguir y lo devolvieron a su casa.

«Yo lo veía mal, se me desmayaba. Pero me decían que estaba débil de tanto vomitar», se quejó. Al día siguiente, cerca de las 10.30, se dio cuenta de que no tenía signos vitales: «Me levanté y lo encontré muerto. Lo llevé al hospital para que esté mejor y terminó así, no lo puedo creer». Inmediatamente llamó al 911, y cuando llegaron a su casa, los policías confirmaron la muerte del menor.

Ahora, la familia denuncia que en ambos hospitales hubo abandono de persona y pide una respuesta: «No le hicieron nada, ningún estudio, sólo le tocaron la panza». Por su parte, Cynthia -madrina del nene- señaló que «le dijeron que el dolor era normal, que había que hidratarlo y que le den mucha agua». Y aseguró que los padres «están destrozados».