Matthew Perry publicará sus memorias en noviembre, “Friends, Lovers and the Big Terrible Thing”, donde detalla distintos aspectos de su vida. En ese marco, el actor de 53 años, reconocido por su papel como Chandler Bing en la serie Friends, comenta lo que fue su peor momento: la adicción a las drogas y el alcohol.

En su primera entrevista para hablar sobre su libro, el actor comentó cómo esas adicciones, que pasó mucho tiempo en secreto, casi le cuestan la vida. «Quería compartir mi vida cuándo sintiera que estaba a salvo de volver a entrar en el lado oscuro. Tuve que esperar hasta estar bastante sobrio para escribirlo todo. Y lo principal era que estaba bastante seguro de que ayudaría a la gente», dijo a la revista People.

Llegó a estar 15 veces en rehabilitación, tuvo 14 cirugías en el estómago y hasta pasó dos semanas en coma debido a sus adicciones.

Perry aseguró que la primera vez que ingresó a un hospital por sus adicciones, los médicos le dijeron a su familia que tenía un 2% de posibilidades de vivir: «Me pusieron una cosa llamada máquina ECMO, que hace toda la respiración de tu corazón y tus pulmones. Lo llaman Ave María. Nadie sobrevive a eso». Una noche estaba junto a otras cuatro personas, todos conectados, y fue el único que no murió. Por esto, dice que quien lea su libro se sorprenderá de lo cerca que estuvo de la muerte.

En algún momento, además, tuvo que hacerse una perforación gastrointestinal por el uso excesivo de opioides, por lo que pasó dos semanas en coma y cinco meses internado. Además, estuvo unas 15 veces en rehabilitación y tuvo 14 cirugías en el estómago: «Son muchos recordatorios para mantenerse sobrio. Todo lo que tengo que hacer es mirar hacia abajo».

Cuando Perry empezó su camino en “Friends” tenía 24 años, y su adicción al alcohol apenas empezaba a surgir, por lo que «más o menos podía manejarlo». Para cuando la serie terminó, 10 años después, «estaba realmente metido en muchos problemas», admitió. Sin embargo, reconoció que en esos años hubo muchos momentos en los que estuvo sobrio: «La temporada 9 fue el año en el que estuve sobrio todo el tiempo. ¿Y adivinen en qué temporada me nominaron a mejor actor? Pensé: ‘Eso debería decirme algo’».

El intérprete de Chandler dijo que ha llegado a tomar 55 pastillas de Vicodin al día y pesaba 60 kilos. Esto fue lo que empezó a delatar sus problemas de cara a los demás, e incluso al público. En este sentido, dijo que sus compañeros de la serie «fueron comprensivos y pacientes»: «Es como los pingüinos. Cuando uno está enfermo o muy herido, los otros lo rodean y lo sostienen. Caminan alrededor de él hasta que el pingüino puede caminar solo. El elenco lo hizo por mí».

«Digo en el libro que si muriera, impactaría a la gente, pero no sorprendería a nadie. Y vivir con eso da mucho miedo. Así que espero que la gente se identifique con eso y sepa que esta enfermedad ataca a todos. No importa si tienes éxito o no, a la enfermedad no le importa«, sentenció. Y agregó: “Soy un tipo extremadamente agradecido. Estoy agradecido de estar vivo. Y eso me da la posibilidad de hacer cualquier cosa”, dijo.