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Política

Los 10 mejores momentos de Para qué, el nuevo libro de Macri

Mauricio Macri, el expresidente de Argentina, Boca y la empresa Sevel, del grupo Macri, publicó un nuevo libro: Para qué. Si Penguin Random House fue la editorial elegida por Cristina Kirchner, el dirigente del PRO volvió a elegir a Planeta para editar y distribuir su nueva obra, que no puede ser considerada sino como una precuela, con epílogo al final, de Primer Tiempo, su libro sobre sus 4 años en la Casa Rosada.

Para qué es, antes que nada, la autobiografía de un heredero que superó ampliamente esa condición. "Líder", en las propias palabras del libro, desde la cuna, Macri logró saltar de la presidencia de una de las empresas de su padre a la presidencia de Boca Juniors, de allí a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y de ahí a la presidencia de la nación. Luego de relatar toda esa historia, el libro termina con una corta reivindicación de su gestión al frente del país, unos párrafos elogiando a Patricia Bullrich, la candidata de Macri a la presidencia, y su programa político para un probable nuevo gobierno de Juntos por el Cambio.

1. Empecemos por el principio: el secuestro de Mauricio Macri y su relación con 'Mario', uno de sus captores

"Es la 1:30 a. m. del sábado 24 de agosto de 1991 y me encuentro desnudo, con los ojos vendados, amordazado y con las manos atadas dentro de un ataúd. Intento entender por qué estoy dentro de una van sin ventanas y con rumbo desconocido". Así comienza Para qué, con un relato del momento en que saltó a la fama: el traumático secuestro que el protagonista sufrió a principios de los 90'.

El expresidente cuenta que, mientras estuvo secuestrado, solo habló con dos personas, uno que hacía de secuestrador malo y otro de bueno. El primero le pedía que se ponga debajo de un agujero para poder matarlo, mientras el segundo conversaba largas horas con él. Ambos, secuestrado y secuestrador, se llamaban Mario entre ellos.

Cuando le preguntaba sobre mis posibilidades de salir de allí con vida, Mario me respondía siempre que él no iba a permitir jamás que mataran al presidente del club.

Y los dos eran hinchas de Boca. "Ambos descubrimos nuestra pasión compartida por Boca Juniors. En una de aquellas charlas le conté a Mario que desde chico soñaba con llegar a ser presidente de Boca. Cuando le preguntaba sobre mis posibilidades de salir de allí con vida, Mario me respondía siempre que él no iba a permitir jamás que mataran al presidente del club".

2. La llegada del arquero Óscar Córdoba a Boca Juniors, con Macri presidente, y una no-conversación con un narcotraficante

En 1995, Macri llegó a la presidencia de Boca Juniors, y se propuso, según él mismo cuenta, reconstruir las finanzas y al plantel del club porteño. Uno de los conflictos ocurrió debajo de los tres palos. Mientras buena parte de la dirigencia del club, y Diego Armando Maradona, querían traer a José Luis Chilavert a Boca, a Macri le parecía muy caro, y quería comprar a Córdoba.

Luego de irse indignado de una reunión con el deportista y su representante, que habían exigido una suma mucho mayor a la inicial para concretar la compra, Macri recibió una llamada. "Era Iván Pavlovsky, por entonces jefe de prensa de Boca", cuenta.

"Iván me estaba buscando para contarme que había llegado la información de que en ese preciso instante Maradona y Chilavert estaban en camino a la casa de Gámez. Entre los dos -relata Macri- estaban decididos a convencer al presidente de Vélez de aceptar la propuesta que había rechazado y dejar así marchar a su arquero a Boca".

La anécdota continúa: "En cuánto corté la llamada, dejé el auto mal estacionado frente al club y salté corriendo de regreso a mi oficina. Córdoba y Quieto estaban saliendo del ascensor. Me vieron volver sorprendidos y les dije: 'Volvamos a empezar'".

Tiempo después supe que el 'jefe' que estaba detenido y al que Quieto reportaba era ni más ni menos que Gilberto Rodríguez Orejuela, uno de los más famosos narcotraficantes de Colombia, accionista del América y fundador del Cartel de Cali.

La negociación entre los tres fue muy dura, y llegaron a una diferencia de 200.000 dólares por la compra. El jugador quería 1.200.000 para irse a Boca, Macri ofrecía 1.000.000. Quieto, el representante, le dijo que no podía seguir bajando el precio. "Me propuso comunicarme por teléfono para que intentara convencerlo. Le pregunté quién era su jefe y me respondió que era un señor Gilberto, que estaba en la cárcel, pero que podía hablar desde allí. En un instante me di cuenta de que muy probablemente se tratara de un narcotraficante. Negociar con narcotraficantes es algo que nunca hice y preferí evitar entonces y siempre. De manera que rechacé amablemente su invitación a conversar y acepté pagar el millón doscientos y dar por resuelta la cuestión", afirma Macri.

Concluye: "Tiempo después supe que el 'jefe' que estaba detenido y al que Quieto reportaba era ni más ni menos que Gilberto Rodríguez Orejuela, uno de los más famosos narcotraficantes de Colombia, accionista del América y fundador del Cartel de Cali".

3. El abrazo con Martín Palermo desnudo en la ducha

El miércoles 24 de mayo del 2000, Boca Juniors disputó contra River Plate el partido de vuelta de cuartos de final de la Copa Libertadores. River había ganado la ida 2 a 1, y Boca necesitaba un mejor resultado para pasar sin penales. Ese día, cuando Boca iba ganando 2 a 0, Martín Palermo metió un gol histórico, que quedó grabado en la memoria de los hinchas de los dos clubes más importantes del país.

Macri lo relata: "Llegó el minuto noventa. Palermo recibió la pelota cerca del punto del penal y comenzó a acomodarse en cámara lenta. Parecía mover el cuerpo sin ningún apuro, dueño de sí mismo y del reloj. Los segundos avanzaban con parsimonia: parecían durar horas. Palermo miró hacia adelante y pateó con el pie izquierdo. La pelota entró contra el poste. 3 a 0. Fin".

Luego, un particular festejo: "Algunos me consideran una persona fría. Nada más alejado de la realidad. Esa noche nos abrazos con Martín bajo la ducha, él desnudo y yo vestido. Toda mi historia personal con Boca se concentró en ese instante. Fue muy fuerte".

4. Cuando Macri le explicó cómo ganarle al Palmeiras, y salir campeón de la Libertadores, a Carlos Bianchi

Ese mismo año, Boca llegó a la final de la Libertadores, que le tocó disputar contra el Palmeiras. El equipo dirigido por Carlos Bianchi había empatado 2 a 2 en la Bombonera, y tenía que definir el torneo de visitante, en San Pablo.

Poco antes del partido, el director técnico se reunió con el presidente de Boca. Según Macri, esa charla comenzó así: "Bianchi llegó algo malhumorado. No había alcanzado a quitarse el sobretodo cuando me dijo: 'Ya sé Mauricio, me vas a decir lo mismo que me dicen todos los hinchas desde anoche. Que jugamos horrible, que fuimos un desastre y que vamos a perder la copa'".

El expresidente, por su parte, le contestó: "Efectivamente, fuimos un desastre. Pero, ¿sabés qué? Estoy seguro de que vamos a ganar esta copa. Por eso te llamé. Si salimos a colgarnos del travesaño nos matan. Tenemos que jugarles de igual a igual. Estoy seguro de que así les ganamos". Bianchi, cuenta Macri, tuvo una curiosa reacción: "Me miró primero con desconfianza y luego su expresión se fue transformando. Dio un salto y comenzó a sonreír. 'Estoy de acuerdo. Tenemos la chance intacta. ¡Vamos a ganar esta copa!', me dijo, seguro de sí mismo". Finalmente, Boca ganó por penales.

5. Los llamados de Cavallo y Duhalde: al borde del sillón de Rivadavia

Macri cuenta que, a fines de los años 90', con el modelo menemista en plena crisis, prácticamente todos los dirigentes peronistas le pidieron que se meta en la política. Luego de dos ofertas del Partido Justicialista de ser candidato a Jefe de Gobierno porteño, llegó Domingo Cavallo, el exministro de Economía e inventor de la convertibilidad. "Rechacé la oferta que me hizo de asumir la jefatura de su campaña pese a mi admiración por la enorme capacidad de Cavallo", comenta Macri.

En el 2002, la oferta fue más seria: "Recibí, a través de mi amigo Ramón Puerta, una invitación a comer en la quinta de Olivos de parte del entonces presidente Eduardo Duhalde. En compañía de Ramón fui a la residencia presidencial sin imaginarme que tiempo después viviría allí durante cuatro años. Durante la cena, Duhalde comenzó a desplegar ante mí una gran cantidad de encuestas. Según el presidente, los números indicaban con toda seguridad de que estaba en condiciones de ganar las elecciones programadas para el año siguiente".

Macri dijo que no: "Eduardo te agradezco muchísimo que hayas pensado en mí. Tal vez tengas razón y si acepto tu propuesta a lo mejor podría ganar las elecciones. Pero mi respuesta es no". Siguió: "No te voy a negar que me gustaría ser presidente. Pero yo quiero llegar por causalidad, no por casualidad".

6. Análisis político y social junto a Emmanuel Macron: "La revolución de las expectativas"

"Tras terminar mi mandato -comenta Macri- tuve la oportunidad de conversar largamente sobre lo que llamo 'la revolución de las expectativas' con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Coincidimos en que la revuelta de los chalecos amarillos que conmocionó a su país a partir de 2018 fue un ejemplo de esta verdadera revolución sin líderes ni programas precisos".

En esa categoría, Macri incluyó a las movilizaciones en Chile, donde sucedió "de manera violenta a raíz de un aumento en el transporte al final de la presidencia de Piñera", en Colombia "a causa de una reforma tributaria" y en Estados Unidos con el asesinato de George Floyd. Macri analiza: "En este mundo de realidades cada vez más complejas, la sociedad parece decidida a a decirle a sus líderes, una y otra vez, '¡queremos más!'. El acceso infinito a la información y la comunicación instantánea en el mundo contemporáneo plantea un escenario completamente nuevo. Se trata, sin dudas, del mayor desafío al poder surgido en los últimos años. De cómo podamos enfrentar y resolver estos nuevos desafíos dependerá el destino del orden democrático".

7. El desalojo del Indoamericano y la mayoría de edad, sin muertos

Macri, luego de describir la situación de la toma del Parque Indoamericano y detallar la necesidad de desalojarlo, cuenta: "Intenté todos los contactos posibles con el gobierno nacional para lograr que se hicieran cargo de la pacificación y el desalojo del parque. Llegué a pedirle al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, que me comunicase de manera urgente con la presidenta. Jamás tuve respuesta".

Sigue: "Miles de personas habían sido estafadas por un grupo de delincuentes que querían hacer un negocio sobre un parque público. Insistiendo logramos que se abriera una instancia de negociación con la participación del gobierno nacional, representantes de los ocupantes y el Gobierno de la Ciudad, con el objetivo de asegurar la evacuación del predio".

Sacando las conclusiones del desalojo, que terminó desarrollándose de forma violenta, el expresidente plantea: "Estoy convencido de que la ocupación y el desalojo del Parque Indoamericano constituyó un punto de inflexión para todos nosotros. La vieja política en su versión más perversa nos había planteado el mayor de los desafíos que habíamos tenido hasta el momento". En aquella ocasión, el accionar de las fuerzas de seguridad de Nación y Ciudad dejó dos muertos. Macri concluye: "Parece una paradoja, pero en ese contexto tremendo, nuestro para qué alcanzó su mayoría de edad".

8. ¿Qué pasó con el Cambio? El por qué del gradualismo

"La cuestión de los alcances y los límites del mandato expresado en los votos recibidos fue otro de los grandes temas de nuestra gestión. ¿Cuántas reformas estábamos dispuesto a aceptar a finales de 2015? ¿Cuánto cambio estábamos dispuestos a asimilar?", se pregunta Macri en su último libro. Para el expresidente, "pasar de la lógica de un estado paternalista a uno que solo se ocupe de sus funciones esenciales como son la seguridad, la educación y la justicia requiere un apoyo profundo y un compromiso explícito por parte de la ciudadanía".

Las preguntas siguen: "¿Hasta dónde podía como presidente arriesgar la gobernabilidad con un programa de reformas que no era apoyado por la mayoría de los argentinos? ¿Hasta dónde debía dejar de hacerlo pese a la falta de apoyo mayoritario? No son preguntas fáciles de responder".

9. Macri sobre Patricia Bullrich: levantando a la candidata

Hace poco, el expresidente Macri anunció oficialmente que su candidata a presidenta para las próximas elecciones no es otra que Patricia Bullrich. Ella tiene su debido homenaje en la autobiografía del expresidente: "Uno de los mejores ejemplos de ir más allá de los objetivos iniciales estuvo dado por la política liderada por Patricia Bullrich como ministra de Seguridad".

Sobre su gestión, destaca: "Se lograron resultados hasta entonces desconocidos en materia de lucha contra el delito y en particular contra el narcotráfico. Pero más allá de la eficiencia que mostró en su trabajo, en muchos momentos su voz se impuso en el campo de las convicciones. Por ejemplo, durante la búsqueda de Santiago Maldonado, el joven artesano cuya desaparición fue denunciada a principios de agosto de 2017".

Luego de recordar el caso, que según Macri ocurrió a partir de un corte de ruta "organizado por una organización pseudomapuche", el expresidente comenta su decisión de sostener a la cúpula de la Gendarmería y a los oficiales durante la investigación, a menos que se comprobara que, de hecho, habían desaparecido a Maldonado. "Patricia -dice el expresidente- estuvo completamente alineada con mi decisión. Nadie sería sancionado en la Gendarmería hasta tanto no contáramos con evidencias concretas que indicaran algún grado de vinculación con lo ocurrido con Maldonado".

10. Macri sobre Milei, sin nombrarlo

Al final del libro, Macri cuenta sus ilusiones para un próximo gobierno de Juntos por el Cambio, y destaca que "los argentinos de hoy no somos los mismos del 2015. La gente no acepta ser más pisoteada o ninguneada por el poder. Cada vez que vio amenazada su libertad se movilizó a lo largo de todo el país".

Unos pocos párrafos después, el expresidente subraya: "El resurgimiento del ideario liberal ha sido una verdadera bocanada de aire fresco frente al monopolio del relato populista. Temas de enorme importancia en la agenda del cambio como la reducción drástica del déficit fiscal, el control por parte del estado del orden público, el costo de la energía que consumimos o la importancia de una educación pública de calidad han dejado de estar monopolizados por unos pocos. Los argentinos hemos terminado con los tabúes, con lo que conviene decir, con la corrección política y con el miedo".

11. Bonus track: el programa económico de Mauricio Macri

"Habrá que tomar decisiones drásticas", dice Macri mientras introduce las medidas que él imagina para un nuevo gobierno de su espacio político. Inmediatamente después, afirma: "Las prioridades del Estado serán otras. El rumbo estará marcado por la estricta necesidad de equilibrar las cuentas públicas. Si corresponde privatizar o cerrar empresas estatales deficitarias como Aerolíneas Argentinas, deberemos avanzar sabiendo que por encima de los intereses de sindicalistas y políticos está el interés de todos los argentinos".

Nuestras industrias tienen que saber que su tiempo para ser competitivas está llegando a su fin. El nuevo gobierno no estará en condiciones de seguir defendiendo el proteccionismo a costa de los bolsillos de los consumidores.

Además, como para Macri "la pobreza y el desempleo no pueden esperar", un nuevo gobierno tendrá que "terminar de inmediato con legislaciones obsoletas en materia laboral, sindical, provisional y fiscal", ya que "lo que no se hace de entrada es muy probable que no se pueda hacer nunca". Sigue: "La reducción drástica del gasto público deberá estar entre las medidas iniciales... Cada ministerio, cada área, cada repartición pública deberá impulsar todas las reducciones que sean necesarias de manera urgente e inmediata". Para el expresidente, esta es la única forma de que la "estructura impositiva deje de asfixiar a la actividad privada, a los emprendedores y a todos los ciudadanos que se ganan la vida con su trabajo".

Luego, apunta contra el proteccionismo: "Nuestras industrias tienen que saber que su tiempo para ser competitivas está llegando a su fin. El nuevo gobierno no estará en condiciones de seguir defendiendo el proteccionismo a costa de los bolsillos de los consumidores. El modelo de la Argentina ha fracasado por donde se lo mire".

Existe una larga lista de empresas públicas que deberán pasar a ser gestionadas por el sector privado sin excepciones, o que deberán ser eliminadas.

Y, finalmente: "El estado argentino, tal como lo conocimos, ha colapsado. Hoy no es otra cosa que una gigantesca fábrica de déficit, inflación y pobreza. No será cuestión tan solo de hacer recortes aquí y allá. Es mucho más que eso. Existe una larga lista de empresas públicas que deberán pasar a ser gestionadas por el sector privado sin excepciones, o que deberán ser eliminadas. El gasto público ha crecido hasta un punto tal que, lejos de ser un motor de la economía como postula el populismo, se ha convertido en un freno a sector privado, que es el único capaz de generar empleo y crecimiento genuinos".