Quedó ciega la ucraniana que huyó con el hombre que le dio refugio

Hace unas semanas, fue noticia la curiosa historia de una joven ucraniana que se enamoró del padre de familia que le dio refugio en Reino Unido. Hoy se conocieron detalles sobre su salud y la drástica decisión que debió tomar su nueva pareja.

Sofiia Karkadym, de 22 años, había escapado de la guerra entre Rusia y Ucrania y se enamoró de Tony Garnett, padre de dos hijas de tres y seis años que recibió a la ucraniana junto a su ahora ex pareja en su casa de Bradford, West Yorkshire, Inglaterra.

Qué le pasó a la ucraniana

La refugiada sufrió una infección ocular en Alemania de camino al Reino Unido después de huir de su hogar en la ciudad de Lviv bajo la brutal invasión de Vladimir Putin.

La visión de Sofiia fue empeorando y la joven ucraniana quedó parcialmente ciega y necesita seis meses para recuperarse de la cirugía en Inglaterra.

Por este motivo, su nueva pareja Tony debió dejar su trabajo para cuidarla.«Es lo correcto, es lo que debo hacer», aseguró Tony.

Una historia de amor y de traición

Tony, dueño de una empresa de seguridad en un centro del NHS (Servicio Nacional de Salud), sostuvo que la pareja «simplemente hizo clic» y tras solo diez días de convivencia se enamoraron. Hablaban en eslovaco, se llevaban bien. Algo que de poco fue poniendo a Lorna incómoda y celosa.

Rápidamente su presencia, y sus decisiones estéticas, incomodaron a Lorna. Ella cuestionaba que usase maquillaje y tops escotados al interior de la casa, y notaba una llamativa tensión entre Sofiia y su marido.

Según Lorna, Soffia «puso su mirada en Anthony desde el principio, decidió que lo quería y lo tomó». Añadió, que «a ella no le importaba la devastación que quedó atrás» cuando se fue con su marido.

«Todo lo que sabía se puso patas arriba en apenas dos semanas», contó en el medio inglés The Sun. Además, comentó las herramientas de seducción que la refugiada ucraniana utilizaba en su casa: «Ella bajaba las escaleras con labios rojos, el pelo arreglado y con un top escotado».

Apenas 10 días después de que Sofiia llegase a su casa, Lorna decidió terminar con la incómoda situación. La echó. Sin embargo, su marido reaccionó de una forma sorpresiva: «Si ella se va, yo me voy». Ambos se fueron juntos. «Así me pagó Sofiia por darle un hogar», expresó Lorna.

La mujer ucraniana, por su parte, contestó: «Sus constantes sospechas (las de Lorna), la tensión, simplemente nos empujó a Tony y a mí más cerca». «Ella creó esta situación sugiriendo constantemente que algo estaba pasando cuando no era así», opinó. «Así que -concluyó- esto es su culpa». Además, analizó que «la pareja había destruido su relación mucho antes de que yo llegara al Reino Unido a principios de mes».