El Gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, declaró a la provincia como «zona de catástrofe ecológica y ambiental” a causa de los incendios rurales que ya arrasaron más de 785 mil hectáreas.

Y a horas de decretar la medida, admitió que «es imposible apagar el fuego: va para donde quiere y es muy difícil hasta incluso direccionarlo; salta de a 100 metros y cruza las rutas como si nada. Los medios que podamos llegar a tener son insuficientes», dijo.

Es imposible apagar el fuego: va para donde quiere y es muy difícil hasta incluso direccionarlo; salta de a 100 metros y cruza las rutas como si nada. Los medios que podamos llegar a tener son insuficientes.

El gobernador radical aseguró que en este momento, «lo único que puede parar esto es la misma naturaleza» y manifestó su esperanza de que «el pronóstico no se equivoque», ya que para este lunes está presupuestado un frente de mal tiempo que podría traer lluvias y alivio a la provincia.

Valdés evitó confrontar directamente al ministro de Medio Ambiente que llegó ayer a la provincia, luego de casi 45 días de incendio. «Al principio costó mucho generar la ayuda nacional, pero no voy a polemizar con eso. Cabandié tocó la provincia ayer y hablamos por unos minutos».

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Y también agradeció el respaldo de los gobernadores de otras provincias que han enviado brigadistas y han puesto recursos a disposición de Corrientes. «Hablé con Sergio Uñac (gobernador de San Juan), con Jorge Capitanich (chaco) y con el gobernador de Misiones (Oscar Herrera Ahuad) y les agradecí por la ayuda«, dijo.

En conversación con Radio Mitre, el gobernador informó que se había comunicado con el Presidente Alberto Fernández, quien «se comprometió a enviar las ayudas para que podamos salir adelante».

«Vamos a necesitar muchísima asistencia, especialmente para los productores. El norte de Corrientes ha sufrido mucho, que es la zona de pequeños ganaderos», aseguró.