El músico Fabián «Zorrito» von Quintiero habló en Mejor país del mundo por Radio con Vos sobre el festejo por los 70 años de Charly García y recordó anécdotas con el legendario artista.
«Nosotros fuimos audiencia de García, fue un sueño, te da miedo, yo quería conocerlo y se nos dio», relató el Zorrito.
El día que se sumó a la banda
«Un día se empezó a rumorear que Charly iba a armar una banda nueva«, rememoró el Zorrito, que enfatizó: «si te llamaba Charly te llamaba la Selección; y a mí me cambió la vida».
«Yo le presté a Charly el garage de mi casa para que pruebe músicos y no a mí, para mí era sagrado que Charly fuera a mi casa», recordó.
Respecto al momento en que le planteó a Charly su postulación para la banda, el Zorrito relató: «Me acuerdo que él estaba hablando con una chica, yo fui muy miedoso a hablarle, muy cagado en las patas, le tenía que decir que quería tocar con él y él me dijo ´OK, yo te aviso cualquier cosa´«.
Sin embargo, el momento llegó: «Me llama Fernando Samalea el domingo de Pascua y me dice «tenés que estar a las 11 en lo de Charly, te abre Quebracho y de ahí nos vamos para Barrancas de Belgrano a tocar. Yo tenía 21 años. Llego a la casa, me abre Quebracho, un plomo que era pesado, y lo espero en el living de ‘Yendo de la cama al living’. A la hora y media llega Charly bañadito, fresquito y me dice ‘qué haces? vamos a tocar Demoliendo hoteles´. Nunca ensayamos antes de que yo debute».
«Yendo de la cama al piso»: la primera noche que durmió con Charly
«Yo no era amigo de Charly, él me llevó a Nueva York, llegamos al hotel y nos dijeron que la reserva era para el día siguiente«, relató. «Fuimos a una disquería a ver discos, después me llevó a tomar margaritas al mediodía, que pegaban. Fuimos a pasear, me compré un sombrero, fuimos a visitar a una amiga de él, estuvimos en la casa, gente muy rara de la que después terminé siendo amigo», enumeró.
En mitad de la noche empezó a salir mucho vapor de la calefacción. Yo pensaba ‘nos prendemos fuego, ¿cómo lo despierto a Charly?’.
«Nos prestaron un lugar para dormir: no había nada, era el lugar donde la mujer hacía yoga, Charly se tomó la pastilla para dormir y se tiró en la colchoneta y yo quedé pintado, despierto. Era mi primera noche durmiendo con Charly y cuando se quedó dormido, lo empecé a correr para agarrarme un poquito de la colchoneta y dormí espalda contra espalda en el mat», recordó.
«Me asusté en el medio de la noche porque estaba encendida la calefacción, era abril y hacía frío, y empezó a salir vapor y yo pensaba ‘nos prendemos fuego, ¿cómo lo despierto a Charly?’«, rememoró.