«El monstruo fascista está al lado nuestro», dijo García Linera, el vicepresidente de Evo Morales

El exvicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, adviritó que aquellos que «mataban y torturaban» en los años setenta en Latinoamérica «están aquí nuevamente«. Para el intelectual de izquierda, representan «un peligro para el ciudadano común, el joven, el estudiante, el comprometido y el luchador social«. En conversación con Radio 10, el dirigente boliviano expresó: «Pensábamos que esas épocas habían pasado, pero no. El monstruo fascista está aquí a nuestro lado«.

La entrevista sucedió este jueves, un día después de que el gobierno mexicano revelase que el avión que trasladó a Evo Morales a ese país debió esquivar disparos de proyectiles. En el contexto del golpe de estado que dejó en el poder a Jeanine Añez, el expresidente de Bolivia debió escapar. Temía por su vida, y sus temores se vieron confirmados por el testimonio del piloto del avión que lo llevó a México.

Evo Morales llegando a México luego de escapar de Bolivia.

«No teníamos esa información -contó García Linera- nos hemos enterados a través de los medios de comunicación, al igual que ustedes». Agregó: «En Bolivia y varias partes de América Latina y el mundo ha surgido un grupo de personas que están dispuestos a matar a gente humilde, a masacrar, a llevar adelante ejecuciones extrajudiciales y, ahora con este dato más, a disparar misiles contra aviones«.

Ayer se conoció un impresionante informe de la Secretaría de la Defensa Nacional de México. En este, se relata que el piloto del avión que llevó a Morales a México debió esquivar proyectiles al salir del aeropuerto boliviano. Por esto Diego Pary, el embajador de Bolivia frente a la ONU, reclamó que la justicia boliviana investigue el atentado.

No puede ser que estés agregando gasolina al fuego llevando municiones para que a los dos días estén masacrando en Sakaba».

Luego, Linera se refirió al caso del tráfico de armas a Bolivia por parte del gobierno de Mauricio Macri. «Es terrible -planteó- como un gobierno constitucional argentino se pone a negociar con generales, con sargentos, para llevarles armas«. Agregó: «No puede ser que estés agregando gasolina al fuego llevando municiones para que a los dos días estén masacrando en Sakaba«. De esa manera, opinó Linera, «uno se convierte técnicamente en cómplice de esas masacres, y eso es una pena para un gobierno que debería haber mantenido cierta formalidad democrática».