Los monos bajan de los árboles por la cacería y el aumento de la temperatura

Distintos estudios muestran que los monos de diferentes especies arborícolas pasan más tiempo en la tierra que antes. La explicación que encuentran los científicos es variada, y va desde el aumento de la temperatura, el exterminio de los depredadores y la deforestación.

El mono araña muriqui del norte, especie que abunda en este de Brasil, solía pasar casi la totalidad del tiempo en los árboles, incluso para alimentarse. La primera vez que científicos vieron a un muriqui bajando de un árbol fue en 1982. Desde entonces, los investigadores empezaron a estudiar el tiempo que pasaban en el suelo.

Con más de 10.000 observaciones durante tres años, estimaron que pasaban apenas el 0,05% de su tiempo en el suelo. En 1998 y 1999, las horas pasadas en tierra habían aumentado hasta el 0,7%. Y en el estudio que realizaron entre 2006 y 2007, con casi 15.000 observaciones, el porcentaje había subido al 1%.

Monos que pasaban casi todo el tiemmpo en los árboles empezaron a bajar más debido al aumento de la temperatura, el exterminio de los depredadores y la deforestación.

La primatóloga de la Universidad Wisconsin-Madison (Estados Unidos) Karen Strier, indicó que el aumento de los descensos a tierra tiene mucho que ver con la subida de la presión demográfica en un espacio cada vez más reducido: «En el fragmento de bosque de Feliciano Miguel Abdala (reserva natural en Minas Gerais, Brasil), los márgenes boscosos imponen límites a la ampliación de las áreas de distribución, por lo que la única solución fue ampliar el uso del espacio vertical».

Pero no es el único factor, ya que los monos, además de buscar alimento, socializan o descansan a la sombra de los árboles en más de un tercio del tiempo que pasan en el suelo. Según Strier, esto implicaría «más que una respuesta a una necesidad ecológica». Para los científicos, que «hayan extendido su faceta terrestre a actividades no esenciales implica que su aversión a los peligros terrestres se ha relajado».

En otros sectores del planeta pasan cosas similares con otras especies de monos, como los cercopitecos de Etiopía, que antes pasaban casi todo el tiempo en los árboles, mientras que ahora comenzaron a bajar mucho más, y especialmente en los sectores de mayor deforestación. Lo mismo ocurre con los orangutanes de la isla de Borneo (Indonesia).

La semana pasada, la revisa científica PNAS publicó un estudio que detecta algunos de los factores que más influyen en la conducta arbórea de estos animales: la degradación del hábitat, en especial la deforestación; la extirpación de los depredadores naturales, pero la introducción muchas veces de otros, como perros y gatos; y, por último, las condiciones climáticas.

Tim Eppley, biólogo de la San Diego Zoo Wildlife Alliance y el primer autor de esta investigación, explicó: «La disminución de la cobertura arbórea y las temperaturas más altas aumentan el uso del suelo por parte de estas especies de primates, por lo que, con los acelerados efectos del cambio climático y la deforestación, predecimos que algunas de estas especies descenderán al suelo con mayor frecuencia para sobrevivir en estos paisajes cambiantes».