Moscú aseguró que las fuerzas armadas de Ucrania bombardearon esta madrugada un depósito de combustible en territorio de Rusia. Este sorpresivo ataque podría implicar un giro en el conflicto bélico y el Kremlin advirtió que podría entorpecer las conversaciones de paz.

Vyacheslav Gladkov, gobernador de Bélgorod, ciudad rusa que se encuentra a 35 kilómetros de la frontera, denunció que dos helicópteros ucranianos volaron a baja altura y bombardearon el depósito de combustibles de Rosneftque. «La situación es estable. No había escasez de combustible, no la hay y no la habrá», señaló.

El ataque, que Kiev no confirmó ni desmintió, incendió las instalaciones y dos personas resultaron heridas, según una publicación en Telegram del gobernador, informó la agencia AFP. En las redes sociales se compartieron numerosas imágenes del bombardeo y de enormes columnas de humo.

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Mientras los servicios de emergencia intentaban apagar el incendio, las autoridades rusas informaron que no había ninguna amenaza para la población. Moscú afirmó que 170 socorristas intervinieron en el lugar.

Por otro lado, el vocero de Vladimir Putin advirtió que el bombardeo ucranio podría obstaculizar las conversaciones de paz de Moscú y Kiev. “Esto no crea unas condiciones cómodas para continuar con las negociaciones”, dijo Dmitri Peskov.

Sin embargo, hoy se reanudaron las negociaciones diplomáticas para poner fin al conflicto. El jefe negociador del Kremlin, Vladimir Medinski, dijo: “Continuamos las negociaciones por videoconferencia. Nuestras posiciones sobre Crimea y el Donbass no cambiaron”.

Después de una conversación telefónica con Putin, el primer ministro italiano, Mario Draghi, informó ayer que el presidente de Rusia considera que las condiciones aún no están «maduras» para un alto el fuego y que no estaba listo para una reunión con Zelenski hasta que los negociadores profundicen su trabajo.