Martín Muñoz pasó los últimos 13 años y 6 meses en prisión por un homicidio que no cometió. Había sido condenado a perpetua en 2010, pero ahora la Cámara de Casación consideró que se trató de una causa armada y fue absuelto.
Muñoz tiene 42 años y cuenta que «fue una pesadilla terrible» lo que vivió estos últimos años. Y no es para menos, fue injustamente sentenciado a 50 años de prisión por el asesinato del dueño de un autoservicio en Moreno ocurrido el 14 de junio de 2008, cuando cuatro hombres asaltaron el local y lo mataron a balazos por resistirse al robo.
Lo primero que hice después de que me liberaron fue ir a la casa de mi mamá».
En tanto, la Justicia determinó que no se puede asegurar «con el grado de certeza que esta instancia requiere» que Muñoz haya sido el asesino ya que la investigación estuvo muy contaminada por rumores y especulaciones y no había pruebas contundentes en su contra.
«Lo primero que hice después de que me liberaron fue ir a la casa de mi mamá. Fue una fiesta. Porque después de 13 años y medio se terminó la pesadilla. Pude conocer a mi nieta de 2 años que es hermosa», contó a Télam.
Los testigos habían participado en una rueda de reconocimiento. En ese contexto, uno de ellos afirmó que Muñoz era «parecido» a uno de los delincuentes y meses más tarde otra testigo lo volvió a señalar en otra rueda de reconocimiento aunque anteriormente no lo había reconocido. En ambos relatos el rol que se le adjudicaba era distinto.
De hecho, la organización Innocence Proyect concluyó tras una investigación que el 75 por ciento de las condenas que luego son revocadas resultaron provenientes de las identificaciones mal hechas por testigos en ruedas de presos.
El 4 de septiembre de 2008, Muñoz fue detenido a la espera de una condena firme que llegó en 2010 cuando el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Mercedes lo condenó a la pena de prisión perpetua.
«Si no me daban la absolución en Casación, no tenía más fuerzas. No daba más. Me salvó la campana. Sinceramente ya estaba muy cansado», expresó.