Ayer, por primera vez en Sudamérica, nació una nena concebida mediante «transferencia de huso«, el método de fertilidad donde se utiliza el óvulo de una donante y el material genético de la madre y el padre. Camila Rossello, madre de Giovanna, dialogó en Tarde para nada por Radio con vos sobre esta técnica novedosa.
Giovanna es la primera hija de Camila y su marido, Cristian. «Veníamos de realizar otros tratamientos de fertilidad desde 2016, empezamos muy jóvenes, yo cuando empecé en la clínica de fertilidad tenía 26 años y mi marido 2 años más que yo», relató Rossello, que agregó: «yo quería ser mamá, no tenía límite«.
Intentos sin resultados
«Nunca había un resultado que saliese mal pero ningún tratamiento nos daba positivo; hicimos tres tratamientos de baja complejidad, de fecundación in vitro, los embriones eran buenos pero nunca lográbamos un embarazo«, prosiguió Rossello, que aclaró: «no quedaba embarazada, no es que quedaba y los perdía».
«En la tercer fecundación in vitro, lo que nos quedaba era saber qué pasaba con los embriones a nivel cromosómico y los que se analizaron eran anormales entonces teníamos que pensar en otro tipo de método», expresó.
«Consideramos la ovodonación, formar embriones con una donante anónima y con el esperma de mi marido e implantármelo, yo ahí perdía mi material genético«, explicó Rossello y enfatizó: «nunca bajamos los brazos»
¿En qué consiste la transferencia de huso?
«En julio contacté a mi médico de Procrearte y él nos propuso dos caminos: la ovodonación, que ya está avalada por las obras sociales; o un tratamiento de fertilidad novedoso que no estaba probado», señaló Rossello, que completó: «cuando nos nombró la transferencia de huso nos dio esperanza»
«El tratamiento consta de hacerme una in vitro a mí para obtener mis óvulos, una in vitro en paralelo con una donante anónima, nos preparan juntas, el mismo día pero cada una por su lado; -explicó- se usa la parte de afuera del óvulo de la donante y el núcleo interno de ella, lo que contiene el ADN, se saca y se mete el de mí óvulo, recién ahí se junta con el esperma de mi marido, ahí se va viendo la evolución en laboratorio». «El 99% del adn es mío y de mi marido y el 1% es de la donante», sostuvo.
«Ese tipo de tratamiento no fue cubierto por obra social porque no está avalado por el Ministerio de Salud y por ende no está aprobado por las obras sociales», aclaró.