Lionel Messi voló a Rosario para encontrarse con toda su familia para celebrar la obtención de la Copa América.
Tras reencontrarse con su esposa, Antonela Roccuzzo, volvió a su casa, donde una multitud de vecinos lo esperaba para felicitarlo.
Al grito de «Dale campeón», tanto chicos como grandes se acercaron a Lionel y comenzaron a alentarlo, pedirle fotos y autógrafos. El rosarino compartió un momento con toda la gente e ingresó a su vivienda para el festejo más íntimo. Luego volvió a salir para fotografiarse con niños que lo esperaban.