Desde el viernes y sábado de la semana pasada, los nuevos requisitos sanitarios del gobierno de Chile ocasionaron graves dificultades a los camiones que intentan cruzar la cordillera en el Paso Internacional Cristo Redentor-Libertadores, que une Mendoza con la Región de Valparaíso.
A una semana de iniciado el conflicto, la tensión no cesa: cerca de 2.700 camiones están varados del lado argentino, con grandes dificultades para cruzar la frontera.
En este marco, este viernes la Cancillería argentina solicitó a las autoridades chilenas la urgente implementación de medidas necesarias para una pronta normalización y agilización de la circulación de personas y cargas en los pasos fronterizos entre ambos países.
El pedido fue necesario a raíz de la cada vez más grave problemática que afecta el normal funcionamiento no sólo del Paso Internacional Cristo Redentor en Mendoza, sino también del San Sebastián en Tierra del Fuego e Integración Austral en la provincia de Santa Cruz.
Tras las gestiones realizadas por #FADEEAC, la @CancilleriaARG pidió a las autoridades chilenas “urgentes medidas para normalizar los pasos internacionales con Chile". A una semana de iniciado el conflicto, son más de 3000 los camiones demorados @APROCAM1 https://t.co/4X43m4vrgS
— FADEEAC (@FADEEAC) January 21, 2022
La presentación fue apoyada luego por la Federación Argentina de Entidades del Autotransporte de Cargas (Fadeac), la cámara que nuclea a los transportistas, que exigió la modificación de las medidas y denunció malos tratos a los choferes en la frontera del lado chileno, por las medidas sanitarias tomadas por las autoridades del Paso Fronterizo Los Libertadores.
“Queremos una medida concreta que solucione no sólo las demoras, sino el trato que están recibiendo los choferes, a los que han encerrado en minúsculas habitaciones sin atención médica y por varias horas. Hasta tanto no haya una respuesta del vecino país, sugerimos a las empresas no enviar cargas a Chile”, señaló Daniel Gallart, presidente de la Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza (Aprocam).
Queremos una medida concreta que solucione no sólo las demoras, sino el trato que están recibiendo los choferes, a los que han encerrado en minúsculas habitaciones sin atención médica y por varias horas. Hasta tanto no haya una respuesta del vecino país, sugerimos a las empresas no enviar cargas a Chile.
El “cuello de botella”, indicaron, se generó a partir del cambio en la política de control sanitario por parte de las autoridades chilenas, que llevó a testear al 100% de los choferes en frontera, aun cuando sigue vigente la obligación de presentar un PCR hecho en origen para poder ingresar al vecino país.