El expresidente fue imputado por la fiscalía de Brasil por intentar llevar a cabo un golpe de Estado para quedarse en el poder después de perder las elecciones en 2022.
El exmandatario está acusado de participar en una trama golpista que buscó derrocar y asesinar al actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva tras triunfar en las elecciones del año 2022.