Cada 25 de enero la consigna se repite: “No se olviden de Cabezas”. Recalcando la importancia de recordar los hechos para que no se repitan y para que no continúe triunfando la impunidad, varios medios y periodistas recordaron a José Luis Cabezas, el reportero gráfico asesinado tras fotografiar al empresario Alfredo Yabrán en un crimen atroz contra la libertad de expresión.
José Luis Cabezas trabajaba para la Revista Noticias e investigaba al accionista de OCA y allegado al gobierno de Carlos Menem Alfredo Yabrán, acusado de ser un líder mafioso con protección policial y judicial cuyo rostro no se conocía, hasta la famosa foto. El reportero gráfico lo retrató en Pinamar en 1996 caminando por la playa con su esposa y dio a conocer su cara al país.
En la madrugada del 25 de enero de 1997, Cabezas había asistido a la fiesta de cumpleaños del empresario postal Oscar Andreani y, a la salida, fue interceptado. Lo hallaron al interior de su auto esposado y con dos disparos en la cabeza, en tanto que el vehículo había sido incendiado. Durante la fiesta de Andreani, los vecinos habían advertido sobre movimientos extraños en las inmediaciones del chalet, pero nadie acudió porque la zona ya estaba liberada.

Tras el juicio, fueron condenados a perpetua Gregorio Ríos, custodio de Yabrán, como instigador; Gustavo Prellezo, policía bonaerense, en calidad de autor material; Sergio Rubén Cammaratta y Aníbal Luna, también policías, como partícipes primarios; y el comisario de Pinamar Alberto Gómez por liberar la zona para que se cometiera el crimen.
Recibieron igual pena los cuatro integrantes de la banda conocida como “Los Horneros”: José Luis Auge, Héctor Miguel Retana (quien murió en prisión), Sergio Gustavo González y Horacio Braga, identificados como quienes capturaron al periodista aquella noche. Entre las declaraciones destacadas durante el proceso judicial, se cuenta la de Silvia Belawsky, exesposa de Prellezo, quien indicó que su exmarido trabajaba para Alfredo Yabrán desde 1995 y que decidió matar a Cabezas porque le molestaban las fotos.
El recuerdo de Cabezas y la impunidad de los responsables
Medios gráficos, radiales y televisivos de todo el país recordaron al reportero en el aniversario de su atroz asesinato con mensajes contra los atentados a la libertad de expresión y la impunidad. Por su parte, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) calificó al crimen como “el más cruel ataque a la libertad de expresión y a la actividad periodística desde que Argentina recuperó la democracia”.
En ese contexto, destacó el recuerdo del periodista y amigo de Cabezas Gabriel Michi, quien reflexionó en redes sociales: “28 años de edad tenía yo cuando ocurrió el crimen de mi amigo. Es decir, pasé la mitad de mi vida conviviendo con esta trágica historia”. Tras recordar la edad de los tres hijos del reportero, todos muy pequeños al momento de perder a su padre, señaló que la víctima tenía 35 años “cuando fue ultimado por ese grupo criminal de custodios, policías y delincuentes bajo las órdenes de Alfredo Yabrán”.
A continuación, detalló que “35 años tenía también el ex policía Gustavo Prellezo, el asesino de Cabezas, quien hoy ejerce como abogado en la Capital Federal”, lo cual dirige la atención a la cuestión de la impunidad. “7 años y 9 meses de prisión cumplió el condenado que menos tiempo estuvo detenido (José Luis Auge) y el que más tiempo pasó tras las rejas (el ex policía Prellezo) apenas llegó a los 13 años, 5 meses, y 22 días. Todos los asesinos habían sido condenados a perpetua”.
“Alfredo Yabrán, el empresario que mandó a matar a José Luis Cabezas, no pasó un solo día en prisión porque se escapó cuando pidieron su captura. Se suicidó 1 año, 3 meses, y 24 días después del asesinato de nuestro compañero. El magnate tenía 53 años”, se explayó Michi para luego enumerar la cantidad de presidentes que pasaron en estos 28 años. Sin embargo, sostuvo, lo “permanente” fue “la impunidad y la injusticia” por un lado y “la búsqueda de la verdad, la justicia y la memoria” por el otro.

En líneas similares, el colega de Cabezas dio una entrevista a radio Splendid en la que consideró “increíble” que quienes participaron del asesinato estén libres e incluso algunos hayan “reincidido en delitos, lo que demuestra que siguen siendo un peligro para la sociedad”. A ese respecto, se refirió al momento en que, recientemente, el sobrino del reportero asesinado se cruzó con uno de los criminales: “Es un escándalo. Esto refleja cómo el sistema judicial no estuvo a la altura”.