Lo que parecía inevitable, terminó siéndolo. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) recortó hoy la estimación de producción de soja y maíz en un millón de toneladas para cada cultivo, por la falta de lluvias y las altas temperaturas que se vienen registrando en las últimas semanas.
En el caso de la oleaginosa, la nueva proyección es de 49,6 millones de toneladas, lo que implica que quedará unas 600.000 toneladas por debajo de la campaña anterior, a pesar de que se sembrarán 1,1 millones de hectáreas más.
La entidad bursátil explicó que "si bien en los últimos días se han registrado precipitaciones, principalmente sobre Córdoba, sur de Santa Fe y Entre Ríos, en el norte de Buenos Aires han sido heterogéneas tanto en su intensidad como en su distribución".

Así, la condición de cultivo Normal/Buena ha disminuido en 5,6 puntos porcenutales (p.p.), al igual que la condición hídrica Adecuada/Óptima, que cayó 5 p.p., a pesar de las últimas lluvias.
"La falta continua de humedad y las altas temperaturas, principalmente sobre el Núcleo Sur y Centro-Este de Entre Ríos, ha impactado sobre rendimiento potencial de soja de primera. A su vez, dichas condiciones también han afectado a la soja de segunda, sobre el Núcleo Sur y el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires, resultando en una reducción del stand de plantas", detalló la BCBA.
Este recorte se dio a poco de terminarse los trabajos de implantación. Según la BCBA, ya se cubrió el 99,2% de las 18,4 millones de hectáreas estipuladas para el cultivo.
Maíz
En el caso del maíz, la nueva proyección ubicaría la producción en 49 millones de toneladas respecto a lo que se estimaba la semana pasada. De concretarse, la cosecha sería 500.000 toneladas menor a la del año pasado.
Como ocurrió con la soja, "la falta de lluvias y las altas temperaturas registradas durante las últimas semanas de diciembre y los que va del mes de enero han impactado inicialmente en la condición hídrica del suelo y, en consecuencia, en la condición del cultivo de maíz, limitando el potencial de rendimiento".

Las zonas más afectadas han sido las del centro-este agrícola, con un foco crítico en los partidos que integran la zona núcleo sur y el oeste bonaerense.
"Si bien los maíces tempranos sembrados en septiembre lograron escapar a la etapa más seca, los cultivos implantados en octubre y principios de noviembre han sido los más perjudicados, ya que atravesaron su período crítico en plena sequía", puntualizó el trabajo.
Por otro lado, los planteos sembrados en diciembre y enero transitan su periodo vegetativo con menor
demanda hídrica, presentando síntomas de estrés hídrico como acartuchamiento de las hojas, aunque podrían recuperarse si las lluvias regresan a la región, planteó el informe de la BCBA.
A la fecha, ya se sembró el 98,3% de las 6,6 millones de hectáreas estimadas para el cultivo.