Este jueves la Academia de Cines y Artes Audiovisuales de Hollywood dio a conocer las nominaciones para los Premios Oscar 2025 a lo mejor del cine del último año. Entre la extensa lista, hubo una película en particular que causó una particular polémica y repudio: Emilia Pérez. Te contamos por qué.
La película Emilia Pérez, dirigida por el cineasta francés Jacques Audiard, no solo acaparó titulares por su nominación al Oscar 2025, sino que también viene generando una polémica monumental desde su estreno en el Festival de Cannes en mayo de 2024. Y es que la peli fue particularmente criticada, sobre todo en México, por la forma en que aborda temas sensibles como el narcotráfico, las desapariciones forzadas y la identidad de género.
La historia sigue a Manitas del Monte (interpretada por Karla Sofía Gascón), un temido líder de un cártel de drogas mexicano, que decide transicionar de género hacia Emilia Pérez, una mujer que busca redención y dejar atrás su pasado criminal. Con la ayuda de la abogada Rita (Zoe Saldaña), Manitas se convierte en Emilia, y pasa a luchar por causas sociales, apoyando a familiares de desaparecidos y a víctimas del narcotráfico.

1. Falta de contexto mexicano
Una de las críticas más duras hacia Emilia Pérez fue la falta de investigación sobre el contexto mexicano, un tema que resulta fundamental en la historia. El propio Jacques Audiard admitió en entrevistas que no consideró necesario profundizar en la cultura mexicana o el fenómeno del narcotráfico, ya que, según él, "lo que tenía que entender ya lo sabía un poco".
Para muchos, esta declaración suena a una falta de respeto hacia el país que intenta retratar, ya que no se puede comparar con obras de directores como Luis Buñuel o Pixar, quienes dedicaron meses o incluso años a estudiar la realidad mexicana antes de hacer sus respectivas películas.

2. Emilia Pérez no estaría bien casteada
Otra polémica gira en torno al casting de la película. Aunque la directora de casting, Carla Hool, afirmó que buscó actrices latinoamericanas para los papeles principales, el elenco final está compuesto principalmente por actrices no mexicanas, como Karla Sofía Gascón (España), Selena Gómez (EE. UU.) y Zoe Saldaña (de ascendencia dominicana).
Solo una actriz mexicana, Adriana Paz, tiene un papel relevante. Aunque muchos festejan el talento internacional, la pregunta que se plantea es por qué no hubo más espacio para actrices mexicanas en una película que retrata explícitamente el contexto de México.
3. Emilia Pérez se filmó en Francia
Aunque la película está ambientada en México, ninguna de las escenas fue grabada en territorio mexicano. Todo el rodaje tuvo lugar en un set en Bry-sur-Marne, Francia. Jacques Audiard defendió esta decisión diciendo que las imágenes que tenía en mente sobre la película no encajaban en las calles de México.
Sin embargo, esta elección fue vista como una desconexión total con la realidad del país que intenta mostrar, generando indignación sobre la falta de autenticidad en la representación visual del contexto mexicano.

4. La representación de la comunidad trans: críticas y rechazos
Una de las razones por las que Emilia Pérez fue criticada, sobre todo por la comunidad LGBTQ+, es por la forma en que aborda la identidad de género. La película fue acusada de reforzar estereotipos de género: mientras que Manitas del Monte es presentado como un hombre violento y controlador, su transición a Emilia lo convierte en una persona cariñosa y vulnerable.
Además, la película da la impresión de que, al transitar de género, la personalidad y el pasado de Emilia se borran por completo, lo que muchos consideran una representación simplista e inexacta de la experiencia trans.
5. Los premios
A pesar de la controversia, la peli recibió numerosos premios y elogios. Ganó el Premio del Jurado en Cannes y obtuvo el Globo de Oro como Mejor Película Comedia o Musical, derrotando a otras producciones como Challengers y Wicked. Sin embargo, mientras que algunos celebran estos logros, otros critican la falta de investigación profunda sobre el contexto mexicano y la trivialización de temas tan graves como el narcotráfico y las desapariciones forzadas.