El Gobierno de la Ciudad anunció una curiosa medida para “inhibir los olores” de los contenedores de basura en el verano. La medida, ejecutada por el Ministerio de Espacio Público e Higiene, consiste en rociar los cubos con una fragancia a limón.
En lo que llamaron “programa intensivo de desodorización de contenedores”, las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dispusieron que una serie de cuadrillas recorran todas las comunas de la capital “rociando los dispositivos que contienen los residuos y sus emplazamientos con un líquido inhibidor de olores, especialmente desarrollado para este tipo de espacios”.
“La acción propiamente dicha la realizan trabajadores de higiene urbana por cada zona de recolección (6 zonas en total) equipados con una mochila pulverizadora que contiene 16 litros de un producto llamado “Odormatic”, un inhibidor que neutraliza los malos olores y agrega una fragancia de limón”, explicaron desde la web oficial del Gobierno porteño.

“Sabemos que durante el verano el olor de la basura puede ser más intenso que durante el resto del año, por eso sumamos esta iniciativa que busca neutralizar e inhibir los potenciales malos olores de los contenedores”, expresó Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público e Higiene Urbana. También destacó que “es indispensable que los vecinos hagan también su parte sacando la basura en bolsas cerradas todos los días de 19 a 21 horas, excepto los sábados, y las depositen dentro de los contenedores negros o grises”.
En general, los dispositivos para depositar la basura de hogares y comercios se encuentran en casi todas las cuadras de la ciudad y suelen acumular fuertes olores propios de la podredumbre de los desechos. Tanto para evitar esa situación como para disminuir la contaminación, varias agrupaciones y especialistas recomiendan la práctica del compostaje, que permite recuperar la basura orgánica de forma natural.
Sin embargo, la respuesta del Gobierno porteño al problema de los desechos se centró en la cuestión del olor. “Esta sencilla acción facilita la recolección, evita malos olores y colabora con los operativos de limpieza de la Ciudad, incluido el correcto lavado de los contenedores, el barrido de calles, el control de plagas y el mantenimiento de las alcantarillas para evitar posibles anegamientos en caso de tormenta”, agregó Baistrocchi.

La Ciudad cuenta en total con 33.045 contenedores en todo su territorio: 28.456 negros y grises y 4.589 verdes, que son vaciados una vez al día, todos los días, excepto los sábados. Aunque en general falta mucho para que todos los vecinos cumplan esa distinción, los residuos reciclables como cartón, plástico, vidrio y papel deben ir en los tachos verdes. Muchas veces se terminan mezclando o no se separan correctamente.
“Todos los materiales recolectados van a los 16 Centros Verdes que tiene la Ciudad. Ahí las cooperativas de recuperadores le agregan valor a los reciclables mediante su clasificación y procesamiento, para luego volver a introducirlos en la industria. Además, existe un Centro de Reciclaje con 5 plantas de tratamiento para recuperar diferentes fracciones de residuos”, explica el GCBA en su web.