La falta de lluvias golpeó de lleno a los cultivos argentinos y por esa razón la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) recortó 4 millones de toneladas la producción de maíz de la actual campaña agrícola.
En detalle, la última estimación disponible de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) recortó la producción nacional del cereal de 52 millones de toneladas a 48 MTn.
"Con un área de cosecha de 6,5 millones de hectáreas, lo que con un escenario normal podría haber representado 52 millones de toneladas de producción, la primera estimación de maíz queda 4 MTn corta frente a ese potencial. También caen las posibilidades productivas de la oleaginosa, ya que la soja de segunda está muy comprometida", explica el informe.
El principal motivo del recorte es el clima: "A partir de la segunda quincena de diciembre dejó de llover. Las lluvias habían vuelto a Argentina a partir de la segunda quincena de octubre con una recuperación hídrica muy importante, pero las tormentas se interrumpieron a partir de la segunda quincena de diciembre. Este comportamiento se fue agravando en el centro del país, particularmente en el norte bonaerense", amplía el GEA.

Soja, en la misma que el maíz
"Las siembras de segunda, los lotes de la oleaginosa que se siembran después del trigo, están comprometidas en la región central. Se sembró con pocas lluvias y luego, ya sin agua y sin reservas por el consumo que tuvieron los trigos, necesitan del auxilio inmediato de las lluvias para poder seguir en carrera", indica el informe.
Al parecer, la situación de la soja de segunda empieza a ser irreversible, sobre todo en el norte de Buenos Aires, por la severa cantidad de pérdida de plantas que se está observando en los últimos días. "En el caso de la soja de primera, necesitaría lluvias muy significativas para retomar la posibilidad de alcanzar rindes promedios", dice el GEA.
"La proporción de lotes regulares sigue subiendo en el centro y norte de Buenos Aires, centro y sur de Santa Fe junto a Entre Ríos. Se ven muchos casos ya con rodeos de pérdidas de plantas, aborto de flores y el ataque de las típicas plagas de sequía: arañuela y trips", amplía el la Guía.
Si bien aún no se conoce el número afectado de los lotes, así como tampoco cuál sería la merma productiva nacional de soja, sin dudas quedará lejos de las 53 millones de toneladas que se podrían alcanzar con las 17,8 millones de hectáreas sembradas en la actual campaña.