A dos días de haberse cumplido siete meses de la desaparición de Loan Peña, el Papa Francisco mencionó al niño correntino y apuntó hacia la hipótesis de la trata de personas con fines de tráfico de órganos. El comentario se produjo en el marco de la audiencia general de este miércoles.
En el marco de la catequesis de su audiencia general, el Papa Francisco decidió dedicar el espacio a “los cientos de millones de menores se ven obligados a trabajar”, muchos de los cuales son empujados a “trabajos especialmente peligrosos”, “por no hablar de los niños y niñas que son esclavos de la trata para la prostitución o de la pornografía, y de los matrimonios forzados”.
“Cuando en la calle, en el barrio de la parroquia, estas vidas perdidas se ofrecen a nuestra mirada, a menudo miramos hacia otro lado”, destacó Francisco, y se apartó de su discurso para mencionar a Loan. “Hay un caso en mi país, un chico llamado Loan fue secuestrado y nadie sabe dónde está”, dijo.
“Una de las hipótesis es que se lo hayan llevado para extraerle los órganos, para hacer trasplantes”, siguió el pontífice. “Y esto se hace, ustedes lo saben. Algunos vuelven con la cicatriz, otros mueren”, continuó, y subrayó: “Por eso hoy yo quiero recordar a este chico, Loan”.
El año pasado, cuando se cumplían 10 días de la desaparición de Loan Peña, la Comisión Episcopal de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes condenó el hecho de que desaparecieran niños “sin que se activen las alertas y procedimientos a tiempo, entorpeciendo el esclarecimiento de los mismos”.
Siete meses sin Loan: procesan a los detenidos
La investigación por la desaparición del pequeño correntino estuvo plagada de irregularidades, desvíos y entorpecimientos. Desde que se le perdió el rastro en el paraje Algarrobal, el 13 de junio, fueron detenidas siete personas, casi todas de su entorno familiar.
Los investigadores apuntan contra Antonio Benítez, Laudelina Peña, Daniel “Fierrito” Ramírez, Mónica Millapi, María Victoria Caillava, y Carlos Guido Pérez, acusados de haber secuestrado y ocultado al niño, y al comisario local Walter Maciel por entorpecer la investigación y posiblemente haber encubierto a los secuestradores.

Las sospechas alcanzaron, incluso, a la abuela del niño, quien eliminó varias llamadas de su teléfono celular desde que su nieto desapareció. En ese contexto, el titular de la Fiscalía Federal de Goya, Mariano De Guzmán, y los responsables de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), María Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, pidieron el procesamiento con prisión preventiva de los siete detenidos, a lo cual la jueza federal Cristina Pozzer Penzo dio lugar.