Los alimentos y bebidas no alcohólicas tuvieron un aumento "moderado" en diciembre del 2,2% y si bien para cualquier país "normal" sería un incremento altísimo para un solo mes, en Argentina puede ser tomado como un dato positivo, sobre todo si se tiene en cuenta que este segmento lideró las subas a principios del 2024.
No obstante, hubo alimentos que subieron muy por encima de ese promedio, como pasó con la carne vacuna y el limón.
El primer caso responde a una cuestión estacional, ya que históricamente los saltos en los precios de los diferentes cortes de carne suelen darse para las fiestas, mientras que en lo que respecta al cítrico, fueron problemas productivos los que impulsaron la suba.

Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el asado se encareció un 18,4% en el último mes del año, pasando de un precio promedio de $7.523 por kilo en noviembre a $8.911 en la última medición.
A este le siguió el cuadril, con un aumento del 12,5%; la nalga, con un 12,4%; la paleta, con un 9,5%; la carne picada común, con un 7,4%; y las hamburguesas congeladas, con un 2,3%.
Para el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), el incremento promedio de los cortes relevados fue del 12,9%, el salto más importante de 2024 después del 19,2% de enero y ni hablar del 40,85% de diciembre de 2023.
De esta manera, en el año que acaba de concluir el valor del alimento favorito de los argentinos subió 81%, muy por debajo del 117% que midió el Indec.
Limón
Pero no fue el asado, sino el limón el que encabezó el ranking de las subas. Así, el cítrico amarillo escaló 21,9% promedio en diciembre para ubicarse el kilo a $3.048. No obstante, este número ya quedó viejo, porque hoy puede verse en la verdulerías alcanzar valores que van de $5.000 hasta $7.000 el kilo.

En este caso, confluyeron bastante factores que determinan el precio actual. Por un lado, hay algo de estacionalidad, ya que el limón se cosecha en gran medida en invierno, pero también algunas heladas tardías terminaron de complicar mucho la recolección de verano. O sea, hay un problema de escasez.
Pero así como subió el limón, hubo algunas frutas y verduras que tuvieron una fuerte reducción en sus valores, como el tomate redondo, que se hundió un 37,5%, por la sobre oferta existente en el mercado.
Por su parte, la cebolla cayó 16,3% y la papa un 12,6%, alivianando en el índice final las subas de los otros productos, informó el Indec.