Como ya hemos comentado en un gran número de notas, el clima no fue un aliado del campo en las últimas campañas, encadenando varios años de sequía y generando fuertes impacto en los cultivos y en las cuentas de los productores. Y una de las provincias que más sufrió ese fenómeno fue Córdoba.
Pero esta campaña, se dio vuelta la taba y la provincia mediterránea se encamina a cerrar una muy buena campaña de cultivos invernales, en especial de trigo y garbanzo.
Según la Bolsa de Cereales local (Bccba), con una avance en la cosecha del 94% hasta la fecha, la producción del cereal crecerá un 51% respecto al ciclo anterior al alcanzar las 2,3 millones de toneladas.

Esto responde a un crecicimiento en el área implantada del 15% hasta las 1,1 millones de hectáreas y un salto del rendimiento promedio del 25%, ubicándose en 25,2 quintales por hectárea (qq/ha).
"Los rindes promedio en secano reportados han sido muy variados. Van desde 17,1 qq/ha en el departamento Río Segundo hasta 36,9 qq/ha en Marcos Juárez, siendo el promedio ponderado provincial de 25,2 qq/ha, lo que representa un aumento del 25% en comparación con el año pasado", puntualizó el informe.
Por otro lado, "siguen destacándose los trigos bajo riego", comentó la entidad bursátil, ya que en el promedio provincial simple ascienden a 55,3 qq/ha, más que duplicando al cultivo que se produce de manera tradicional.
Garbanzo
Otro cultivo que tuvo su revancha fue el garbanzo, del cual Córdoba es el gran proveedor a nivel nacional.
En este sentido, la Bccba informó que ya se llevan recolectadas el 77% de las 25.800 hectáreas aptas, lo que implica un crecimiento del 63% en el área.

Respecto al volumen a obtenerse, se espera un salto en la producción del 92% hasta las 59.400 toneladas, con un rinde promedio de 23 qq/ha, 17% más que en el ciclo pasado.
"A pesar de las condiciones de sequía al inicio de la campaña, las pérdidas totales apenas alcanzaron el 1% del área sembrada, consolidando un año exitoso para este cultivo. Las principales causas de las pérdidas fueron la sequía inicial y las heladas posteriores, mientras que la influencia de la rabia (Ascochyta rabiei), una enfermedad que suele mantener en alerta a los productores de garbanzo, fue prácticamente nula, con solo algunos casos aislados y de baja incidencia", detalló la Bolsa cordobesa.