La enfermera acusada de envenenar y matar a cinco bebés recién nacidos en Córdoba declaró esta mañana en el marco de la segunda jornada del juicio en su contra. Después de hablar durante casi una hora, Brenda Agüero aseguró que es inocente. "Hoy no podría volver a tocar a un niño", dijo la mujer.
Agüero fue acusada de envenenar a cinco bebés recién nacidos con potasio en el Hospital Neonatal de Córdoba e intentar matar a otros ocho. Debido a esto, la enfermera tuvo que declarar durante el juicio en su contra. "Las muertes de los bebés existieron, de eso no hay duda, pero no puede ser que me sigan bombardeando a mí como la culpable de todo eso", señaló.
Luego de esto, la mujer remarcó que el caso convirtió el sueño de su vida en una pesadilla. En ese sentido, la enfermera indicó: "No podría volver a hacer lo que tanto quería y por lo que tanto luché. Hice de todo por entrar a un área que hoy no podría trabajar. No puedo creer que el lugar por el que tanto luché para entrar, el lugar que tanto amaba me arruinó la vida".
En su testimonio también confesó que se sintió atacada injustamente y que pese a todo lo que dijeron, se demostró que nada era cierto: "Me hicieron muchísimo daño. Salieron a decir un montón de cosas que no eran ciertas. Salieron a decir que era paciente psiquiátrica. Me hicieron ocho pericias, en ninguna de esas salió nada de lo que decían".

"No entiendo cómo una persona sana que nunca tuvo problemas que de pronto salga a matar. Los periodistas inventaron esa imagen, gracias a eso yo me veo en ese contexto, eso tiene que quedar en claro. Nunca jamás le hice daño a nadie y mucho menos a un niño, de hecho siempre luché por ingresar a un lugar donde pudiera atender a esos pacientes, a Neonatología", sentenció.
Tras una ardua investigación en el caso, la teoría de los fiscales de juicio Sergio Ruiz Moreno y Mercedes Ballestrini apunta que la presunta asesina les inyectó insulina y potasio a 13 bebés. A los únicos dos que les practicaron autopsias les encontraron altos niveles de ambas sustancias en los exámenes toxicológicos, con aplicaciones exógenas e inoculaciones erráticas, según consta en la investigación que tuvo a cargo el fiscal Raúl Garzón.