El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció su renuncia como líder del Partido Liberal, lo que marca el final de su mandato tras diez años en el poder. Aunque continuará ocupando el cargo de primer ministro hasta que su partido elija a un nuevo líder, su salida refleja un desgaste político profundo en medio de una caída significativa de su popularidad.
Justin Trudeau, quien llegó al poder en 2015 con una imagen fresca y promesas de cambio, enfrenta actualmente fuertes críticas por la crisis económica que afecta al país, con un aumento en los costos de alimentos y vivienda, entre otros problemas estructurales. Su silencio en las últimas semanas, especialmente después de la renuncia abrupta de su ministra de Finanzas en diciembre, había alimentado especulaciones sobre su futuro político.
Daniel Béland, profesor de ciencias políticas en la Universidad McGill, afirmó que el prolongado silencio del primer ministro es una señal clara de la fragilidad de su posición. "El contexto político y social ha erosionado su base de apoyo, dejando a Trudeau sin margen para maniobrar", señaló.

Renunció Justin Trudeau: prórroga parlamentaria y transición política
Tras la renuncia de Justin Trudeau, el Parlamento canadiense permanecerá prorrogado hasta el 24 de marzo. Esta medida, aceptada por la gobernadora general Mary Simon —representante del rey de Inglaterra en Canadá—, busca evitar una moción de censura y dar tiempo al Partido Liberal para reorganizarse y designar a un nuevo líder.
La prorrogación, que suspende todas las actividades legislativas, es una herramienta controvertida que ha sido utilizada en el pasado en momentos de crisis política. El antecedente más reciente data de 2020, cuando Justin Trudeau recurrió a esta medida en medio de un escándalo por contratos gubernamentales.

Un futuro incierto para los liberales
La salida de Justin Trudeau deja al Partido Liberal en una posición delicada. Con una oposición fortalecida y un creciente descontento social, el sucesor de Trudeau tendrá el desafío de reconstruir la confianza pública y encarar los problemas económicos y políticos que atraviesan al país.

El proceso de selección de un nuevo líder será clave para determinar el futuro inmediato de Canadá y la estabilidad del Partido Liberal en un escenario político cada vez más volátil.