La celebración de año nuevo no sólo es sinónimo de reencuentros, brindis y mesas llenas de sabores, sino también de sobras que pueden extender el festejo algunos días más. Pero, ¿qué pasa cuando el 1 de enero la heladera está a punto de explotar? El freezer se convierte en el mejor aliado para conservar las preparaciones que no llegamos a terminar, pero no todo lo que sobró es apto para congelar sin sacrificar sabor o textura.
Para evitar sorpresas desagradables al descongelar la comida que sobró de año nuevo, es clave saber cuáles platos de las fiestas pueden soportar el freezer y cuáles es mejor consumir pronto. Acá te dejamos una guía práctica con lo que podés congelar sin problemas y lo que conviene evitar para no perder calidad.

¿Qué platos de año nuevo se pueden congelar?
- Empanadas: Ya sean crudas o cocidas, son un golazo para el freezer. Si las congelás crudas, separalas en una bandeja primero para que no se peguen entre sí. Luego, pasalas a una bolsa hermética.
- Vitel toné: Acá hay que ser estratégico. Podés congelar la carne sola, pero evitá la salsa, ya que la mezcla de mayonesa y crema no tolera bien el freezer.
- Matambre arrollado: Tanto crudo como cocido, el matambre que comimos durante la celebración de año nuevo es un candidato ideal para congelar. Si ya está cocido, envolvelo bien en papel film o usá un recipiente hermético.
- Tartas: Las de verdura o carne son perfectas para guardar cocidas y enfriadas. Te solucionan un almuerzo rápido en días posteriores.
- Pan dulce y budines: Bien envueltos en papel film o en bolsas aptas para freezer, se mantienen frescos y sabrosos por unos cuantos días después de año nuevo.
- Canelones o lasañas: Podés armarlos y congelarlos cocidos o sin cocinar, siempre cubiertos con film o en recipientes herméticos.
- Asado (sobras): Las carnes del asado pueden congelarse, aunque es posible que pierdan algo de textura al recalentarlas.

¿Qué platos no se recomienda congelar?
- Ensaladas con vegetales frescos: Como las de lechuga y tomate. Se vuelven aguadas y pierden su textura crujiente.
- Ensaladas con papa y huevo (ej. rusa): La papa, al congelarse, suele volverse harinosa y desagradable al paladar. Mejor terminarla toda en año nuevo o, cuanto mucho, algunos días más tarde.
- Salsas con mayonesa: Como la del vitel toné. La mayonesa se separa al descongelarse, arruinando la consistencia.
- Postres con gelatina o cremas montadas: Como tiramisú o cremas chantilly. Pierden cuerpo y quedan aguados.
- Quesos frescos: Algunos quesos blandos no recuperan bien su textura tras el freezer.

Consejos para congelar con éxito
- Usá recipientes herméticos o bolsas aptas para freezer para evitar que se formen cristales de hielo.
- Etiquetá los envases con la fecha de congelación y el contenido. En el apuro, todo puede parecer igual.
- Para descongelar, hacelo en la heladera. Evitá cambios bruscos de temperatura que puedan alterar el sabor o la textura.
Este año, aprovechá al máximo tus recetas de año nuevo y organizá tu freezer. Así, el sabor de las fiestas puede durar un poco más.