La madrugada del jueves arrancó con un episodio violento en pleno barrio de Recoleta. Pasada la 1 de la mañana, un hombre fue asesinado de al menos tres disparos por la espalda frente a un kiosco en Paraguay al 2900. Según las primeras hipótesis, podría tratarse de un ajuste de cuentas.
Todo ocurrió frente al kiosco donde un hombre de poco más de 50 años fue atacado sin previo aviso. Según testigos, el agresor bajó de un auto, le disparó con una pistola equipada con silenciador y escapó a pie. El SAME llegó al lugar tras ser alertado por efectivos de la Policía de la Ciudad, pero ya era tarde: la víctima había muerto en el acto. Cerca de su cuerpo, personal de la División Científica encontró al menos cuatro vainas servidas y un impacto de bala en el vidrio del mencionado local.
La escena del crimen quedó acordonada toda la noche mientras se realizaban pericias. Recién a las 7 de la mañana se habilitó nuevamente el tránsito en esa zona de Recoleta. La sangre de la víctima aún era visible sobre la vereda a primera hora del día.
Hasta el momento solo se sabe que el sospechoso, quien continúa prófugo, se bajó de un Volkswagen Surán gris estacionado en la puerta del kiosco con unos anteojos y una peluca negra larga. Tenía en sus manos un arma que se desconoce calibre y un silenciador en la punta. El fiscal Marcelo Roma ya tomó cartas en el asunto. Trabaja en la identificación del hombre y en la reconstrucción del hecho, investigado como homicidio.
Los testigos apuntan a que el ataque fue directo y premeditado, lo que refuerza la teoría de un posible ajuste de cuentas. "No hubo palabras, lo sorprendió de atrás y le disparó", relató un vecino de Recoleta. Mientras tanto, las autoridades continúan trabajando para esclarecer el caso y dar con el autor del crimen, que sigue prófugo.