Desde las 11 de este jueves, los sectores más combativos del sindicalismo se congregaron en Plaza de Mayo para protestar contra las medidas del gobierno de Javier Milei. Con el eje en que sea una “marcha federal”, bajo las consignas “la patria no se vende” y “por una Argentina sin hambre, con paz, justicia social y soberanía”, el sindicalismo volvió a salir a la calle y a toparse con el protocolo antipiquete de Patricia Bullrich.
Con un fuerte operativo de seguridad en medio del protocolo antipiquetes donde participan el comando unificado y las fuerzas federales, la Plaza de Mayo amaneció vallada. A las 14 tuvo lugar el acto central y terminó antes de las 15 para que las Madres de Plaza de Mayo puedan hacer su ronda habitual en la plaza.
“Hay que construir con unidad un camino de resistencia para vencer a Milei, para impedir que pueda seguir gobernando por decreto o vetando leyes que no le gustan, como hace con el Presupuesto”, afirmó Hugo Godoy, secretario general de la CTA Autónoma.
"La próxima semana vamos a estar anunciando una nueva medida de fuerza antes de la Navidad", adelantó Rodolfo Aguiar, titular de ATE Nacional, presente en Plaza de Mayo. Además, celebró el acatamiento a la movilización de este mediodía y expresó: "Si los del Gobierno les arruinaron las fiestas a los trabajadores y a los jubilados, nosotros se las tenemos que arruinar a ellos".
De la movilización participaron las dos vertientes de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA-T y CTA-A), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y gremios de la CGT, como así también la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), dirigida por Abel Furlán, y La Bancaria, encabezada por Sergio Palazzo. La marcha también contempló las adhesiones de La Cámpora, La Patria es el Otro y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
La convocatoria en Plaza de Mayo es un beef al sector dialoguista de la CGT, liderado por Héctor Daer y Carlos Acuña: Pablo Moyano formó parte de la marcha y se especula con la posible conformación de un nuevo frente sindical luego de su renuncia a la conducción de la histórica central obrera.
Otros de los sindicatos más duros que podrían encauzar una alianza con Moyano son el SMATA, de Mario Manrique -que también se alejó de la CGT-; los Aeronáuticos de Pablo Biró y Juan Pablo Brey, y los docentes, con Hugo Yasky, Sonia Alesso y Roberto Baradel a la cabeza.