Tres empresas que operan en la Argentina invirtieron tiempo y dinero en mejorar la logística argentina y la producción primaria agrícola, con foco en el cuidado del ambiente.
En primer lugar, la empresa agroindustrial Bunge realizó una importante inversión en el ferrocarril para ampliar la capacidad de carga en su planta de Piquete Cabado, Salta. Esta obra le permitió en el mes de octubre despachar 52.800 toneladas de maíz hacia los puertos del Gran Rosario, un número que no alcanzaba desde 2018.
Los trabajos, que finalizaron en julio, consistieron en la construcción de tres vías adicionales a las dos ya existentes en el acopio de la compañía. Esta nueva infraestructura que aumentó la capacidad del depósito de 45 a 75 vagones tuvo un impacto inmediato y positivo: mayor agilidad en el movimiento de las formaciones y eficiencia en la operación de carga.
Cabe destacar que octubre fue un mes excepcional para las liquidaciones del sector agrícola, con ingresos por 2.553 millones de dólares. Este resultado posicionó al sector en su mejor décimo mes desde que comenzaron los registros en 2002. Y además, en noviembre las agroexportaciones crecieron 100% interanual.
Inversiones +Biodiversidad
Por su parte, en una iniciativa conjunta entre Syngenta y la compañía Aceitera General Deheza (AGD), con la participación de productores locales, se implementó espacios de biodiversidad en las ciudades de Villa Cañás y María Teresa, al sur de la provincia de Santa Fe.
De esta manera crearon un corredor biológico que ya cuenta con 7.000 hectáreas, que se irán incrementando a través de la incorporación de más productores.
Este corredor busca atraer la presencia de polinizadores y generar así efectos benéficos en el ecosistema. Los productores implementan esos espacios en sus lotes a través del programa Paisajes Multifuncionales, que Syngenta lleva a cabo desde hace más de una década y que fomenta la creación de espacios destinados a la biodiversidad, tanto en áreas no productivas de los campos como en zonas urbanas.
A través de los refugios diseñados con flora nativa y adaptada al entorno local, se promueve la presencia de polinizadores e insectos benéficos, esenciales para equilibrar y potenciar el ecosistema.