Este miércoles los diputados de la izquierda francesa (Nuevo Frente Popular) se aliaron con la ultraderecha (Agrupación Nacional) en el Congreso para destituir a Michel Barnier como primer ministro de Francia, cuyo mandato (de apenas tres meses) se convertiría el más corto de la historia de la quinta República.
Pero, en concreto, ¿por qué los diputados tomaron esta decisión? Básicamente porque este lunes Barnier desató un escándalo en Francia cuando intentó aprobar sin votación del Congreso su plan presupuestario de la Seguridad Social para el próximo año. Activó el polémico artículo 49.3 de la Constitución francesa (algo así como un DNU en Argentina), e intentó esquivar el bloqueo del Parlamento.
Sin embargo, el plan de Barnier no salió como esperaba dado que con un total de 331 votos a favor (por encima de la mayoría absoluta de 288), los diputados votaron a favor de una moción de censura contra Barnier, por lo que será corrido del cargo de primer ministro. Además, es la primera moción de censura que prospera desde 1962, cuando Charles de Gaulle era presidente.
En ese panorama, Barnier se vio obligado a presentar su renuncia. Sin embargo, tanto él como sus ministros podrían permanecer en una Administración interina hasta que el presidente Emmanuel Macron anuncie un nuevo gobierno.
Lo cierto es que esto debilita bastante el gobierno de Macron, cuyo mandato termina en 2027, dado que en septiembre había nombrado a Barnier como primer ministro en nombre de la “estabilidad” y ahora tiene la difícil tarea de nombrar a un nuevo primer ministro y sin poder recurrir a otras elecciones legislativas.
Según especulaciones de la prensa francesa, Macron baraja dos nombres que podrían tener el visto bueno de Marine Le Pen para sustituir a Barnier: el del actual ministro de Defensa, Sébastian Lecornu, y el del veterano centrista François Bayrou. Pero todavía es muy pronto para saber si podrían ser aceptados.
Definitivamente el clima de inestabilidad política en Francia va a estar muy presente en los debates europeos durante los próximos días, en un momento en el que la UE quiere avanzar rápidamente en los desafíos geopolíticos.