Las encuestas más recientes muestran un alza en la ponderación de la sociedad con respecto a la figura del Presidente Javier Milei. Haber controlado las variables de la macroeconomía sumadas a la baja del índice de inflación le dieron resultados mejores de lo esperado antes de que el gobierno cumpla un año en el poder. Los últimos trabajos de campo dan cuenta de que el gobierno libertario goza de buena salud y de la aprobación de una parte importante de la población. Sin embargo, el plan económico del gobierno tiene varios puntos que permiten hacerse preguntas como por ejemplo: ¿a quienes beneficia?
La última medida en materia económica fue la de eliminar el “impuesto país” (Impuesto para una argentina inclusiva y solidaria). La supresión de este tributo reduce el costo de importación de servicios y bienes. Esta decisión sumada a la apertura indiscriminada para el ingreso de productos extranjeros tiene como contrapartida un gran perjuicio para la industria nacional que verá dañada su competitividad. En este sentido los empresarios nucleados en la Unión Industrial Argentina (UIA) dejaron constancia de su disconformidad, pero a pesar de esto el gobierno redobló la apuesta. En ocasión de celebrarse la 30° Conferencia anual de la UIA el gobierno decidió dejar vacías las sillas correspondientes a Milei y a Luis Caputo en una muestra más de no consensuar. Antes de esto los principales referentes de los industriales habían pedido mejores condiciones de competitividad frente a la amenaza de la importación indiscriminada, que ya se transformó en una realidad.
Por todo lo antes expuesto cabe volver a hacerse la pregunta de ¿a quiénes beneficia el modelo económico del gobierno? En un principio se entiende que la baja de la inflación significa un alivio importante para los consumidores que pueden imaginar a futuro un horizonte un poco más nítido en lo que a gastos se refiere. No es tan así si se tiene en cuenta que más allá de la merma en la suba de precios, los salarios aún no se han recuperado de la caída que sufrieron tras la licuación de los mismos producto de la devaluación ejecutada en diciembre de 2023 por el gobierno recién asumido. La pérdida del poder adquisitivo aún no ha sido compensada con la suba de salarios. Vale aclarar que los ingresos de los trabajadores ya venían de sufrir un recorte muy importante con el gobierno de Macri y que nunca se pudieron recuperar en el período en el que Alberto Fernández ocupó el sillón de Rivadavia.
Cuando revisamos en forma retrospectiva el andar de la economía y el drástico proceso al que fueron sometidas algunas de sus palancas con recortes tan bruscos y con una celeridad pasmosa nos es difícil entender cómo se sostiene el andar del gobierno. Con sueldos a la baja y con jubilaciones en mínimos que no llegan a completar la canasta básica es difícil contemplar un presente de suma armonía en las calles.
Un reciente estudio de la consultora Poliarquía señala que Milei obtiene el mejor índice de aprobación al cumplirse los primeros 11 meses de gestión entre todos los presidentes argentinos desde la llegada del kirchnerismo al poder. Hoy su aprobación es del 56%, cuatro puntos más que un mes atrás. Pero lo llamativo es que ninguna de las cuatro gestiones presidenciales que lo precedieron alcanzó ese porcentaje en esa instancia.
Estos datos que comparados con las gestiones anteriores lo dejan a Milei en una situación de superioridad no terminan de dar certeza acerca de qué pasará en Argentina con un dólar barato y atrasado. Por lo pronto, el sector industrial mira con preocupación un futuro en el cual la competencia con productos importados los puede dejar fuera del mercado.
Sin protección para la industria nacional, con el dólar barato y la baja de impuestos para las importaciones la situación para las industrias y las pymes argentinas parece ser no muy optimista. Salvo para aquellas que pasen de manera rápida de productores a importadores, el resto va a tener una subsistencia corta. Y ahí tenemos un problema más grave: si la producción se cae se cae el empleo.
Para concluir y dar algunas respuestas para la pregunta que transita esta nota, los beneficiarios del modelo económico de Milei y Caputo van a ser, como en todo gobierno de derecha, los capitales concentrados de la economía. El combo de dólar barato con apertura de importaciones y baja de impuestos a los productos que vengan del exterior van a terminar por sepultar la industria nacional. De manera directa los trabajadores van a perder empleo.
Si bien hoy las encuestas al gobierno le son positivas, el futuro no parece ser muy promisorio para una sociedad que hoy se entusiasma con la baja de inflación. La merma de un impuesto indirecto que le ha causado mucho daño a los bolsillos de la población le da al gobierno un presente superador. Sin embargo, a futuro el plan económico tendrá beneficios para pocos.