Las bananas son una deliciosa fuente de nutrientes y energía, pero a menudo nos enfrentamos al desafío de mantenerlas frescas por más tiempo. La heladera se presenta como una solución práctica, pero es crucial saber cómo almacenarlas para evitar que se maduren y se pongan negras rápidamente.
La razón por la cual las frutas se oscurecen en la heladera está relacionada con la actividad enzimática y la reacción de Maillard. Cuando las bananas se exponen al frío, la enzima polifenol oxidasa, responsable de la producción de pigmentos oscuros, se activa más lentamente que a temperatura ambiente.
Es por esto que muchas veces nuestras bananas se ponen negras en la heladera, pero cuando las pelamos, la fruta está en perfectas condiciones. Por lo tanto, las podemos comer igual. Sin embargo, de dejarlas más tiempo, notaremos que se ablandan más y más hasta que se echan a perder.
Tres trucos para que no se me pongan negras las bananas
- Envolver los tallos con papel film: parece increíble, pero todas las reacciones químicas de la cáscara de las bananas pasan por el tallo. Entonces, si le quitamos el contacto con el aire y con el interior de a heladera, retrasaremos su oscurecimiento.
- Limón o vinagre: al aplicar jugo de limón o vinagre antes de almacenarlas, se puede retardar la oxidación y desacelerar el cambio de color de la cáscara.
- Si están afuera, ponerlas en la heladera: el frío retrasa todo proceso de descomposición. Además, por más que las bananas se pongan negras, es probable que aún se puedan comer. Aquí hay que tener en cuenta que la fruta no haya madurado mucho y que no hayan crecido hongos en la superficie de la cáscara. Ante la duda, con unas muy viejas, lo más conveniente será tirarlas a la basura.
Aunque la cáscara se oscurece, el frío ayuda a mantener la pulpa fresca por más tiempo, retrasando el proceso de maduración. Así que, aunque no luzcan tan bien por fuera, suelen estar en buen estado por dentro.
