La reunión bilateral que mantuvieron el Presidente Javier Milei y su par chino, Xi Jinping, en el marco del encuentro del G20 que se llevó a cabo en Brasil este fin de semana, parece estar dando sus frutos, ya que ambos países acordaron protocolos para la exportación de una serie de productos agropecuarios hacia China.
A través de la resolución 1216/2024 del Ministerio de Economía publicada hoy en el Boletín Oficial, dicha cartera oficial y la Administración General de Aduanas de la República Popular China (GACC) alcanzaron acuerdos sobre protocolos para inspección, cuarentena y requisitos sanitarios para aquellos productos que se exporten desde nuestro país al asiático.
"Luego de varios intercambios con la República Popular China se acordaron nuevos protocolos para la exportación de cálculos biliares, ciruelas desecadas, frutos secos, menudencias porcinas y productos acuáticos silvestres", indicó la normativa.
Asimismo, el escrito plantea que "en atención a los objetivos de la Secretaría de Coordinación de Producción , y por razones de celeridad, eficiencia y eficacia en los procedimientos, resulta necesario delegar la suscripción de los protocolos mencionados en el titular de la citada Secretaría", dejando de lado al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), organismo que históricamente se encargó de esta clase de acuerdos.
Los productos
Como se dijo anteriormente, los productos cuyos protocolos fueron aprobados son ciruelas desecadas, frutos secos, menudencias porcinas, productos acuáticos silvestres e, increiblemente, cálculos biliares bovinos. Toda una rareza.
"En el presente Protocolo, 'cálculos biliares' se refiere a cálculos secos formados en la vesícula biliar o en conductos biliares del ganado bovino criado en Argentina. Los cálculos biliares que se exporten a China cumplirán con los requisitos de cuarentena animal y vegetal, y las leyes y reglamentaciones pertinentes de China", indica el primer anexo protocolar.
Si bien parece por demás de extraño esto, en la medicina "natural" del gigante asiático se cree que estas piedras que crecen en la vesícula de las vacas y los novillos poseen propiedades relajantes y antiinflamatorias, como así también antipiréticos o anticonceptivos.
Asimismo, los cálculos se pagan muy bien alrededor del globo, no solo en China, sino también en Japón, Singapúr, Estados Unidos y Alemania, muchas veces superando el valor del oro, cuestión por la cual se lo conoce como "oro bovino".