Si estás buscando algo distinto para este finde, animarte a una cheesecake de puerros puede ser la opción perfecta. Porque sí, los vegetales también tienen su lugar en la pastelería y pueden darle un giro inesperado y delicioso a recetas clásicas. En este caso, el puerro suma un sabor suave y aromático que, combinado con quesos y una base crujiente, te va a sorprender.
Esta cheesecake de puerros es ideal para los que buscan darle una vuelta creativa a la cocina, y para los que disfrutan de sabores nuevos sin complicarse mucho. Perfecta para sorprender en una picada o incluso como entrada, porque en esta casa sabemos que los vegetales también pueden ser protagonistas.
Ingredientes Para 6-8 personas
500 g de puerro limpio
350 g de queso crema
250 g de queso ricota
200 g de crema líquida
3 huevos
1 cucharada sopera de harina
60 g de manteca
1 cucharada sopera de mostaza
Sal Pimienta negra recién molida
Para la base
250 g de galletas cracker o saladas
180 g de manteca fundida
Preparación
Triturar las galletas cracker hasta obtener polvo de galleta. Añadir la manteca fundida y mezclar.
Preparar un molde desmontable redondo de unos 21 cm de diámetro colocando una lámina de papel de horno cortada a media en el fondo.
Verter la mezcla de galletas y manteca en el molde y presionar hasta obtener una capa compacta y uniforme que cubra el fondo.
Guardar en la heladera durante 30 minutos.
Precalentar el horno a 180.
Lavar los puerros, eliminar las hojas más toscas y cortarlos en rodajas finas. Preparar una sartén con manteca, calentarla y deja cocinar los puerros a fuego medio alrededor de 20 minutos añadiendo sal a la verdura.
Mezclar el queso crema con el ricota, la crema y la mostaza con una batidora eléctrica hasta obtener una crema homogénea. Incorporar los huevos, mezclar y añadir la harina mezclando de nuevo.
Agregar los puerros cocinados a la crema y mezclar.
Probar el punto de sal, rectificar si es necesario y añadir pimienta negra recién molida al gusto. Colocar la masa en el molde e introducir en el horno. Dejar cocer entre 45 y 60 minutos o hasta que el centro del cheesecake esté cuajado. Dejar templar, enfriar en heladera durante al menos dos horas y servir a temperatura ambiente.