Desde Barcelona, Martín Caparrós sostuvo una emocionante conversación con Ernesto Tenembaum y Reynaldo Sietecase sobre su más reciente libro “Antes que Nada”, en el que reflexiona sobre su enfermedad- esclerosis lateral amiotrófica (ELA)- y la inminencia de la muerte, al tiempo que repasa algunos de los episodios más luminosos de su vida.
“Mi vida durará menos de lo que hubiera querido, con una sentencia clara porque esto no tiene cura y nadie tiene idea de cómo curarlo. Los médicos te dan una palmada en la espalda y te dicen 'vaya con Dios'. Eso no hace que me guste menos haber vivido y vivir. Sigue siendo muy atractivo”, sostuvo.
El autor de "La Voluntad" aseguró que su plan es tratar de seguir siendo él mismo lo que pueda, porque no quiere sumirse "en una especie de auto conmiseración”. Aunque se sorprendió para bien del ánimo que ha podido sostener durante este tiempo. “Yo pensé que iba a estar mucho más tirado por los rincones, pero tengo muchos ratos en que la paso bien. Me sorprendió”.
Los médicos te dan una palmada en la espalda y te dicen 'vaya con Dios'. Eso no hace que me guste menos haber vivido y vivir. Sigue siendo muy atractivo
Caparrós, además, reflexionó sobre el oscuro momento que atraviesan Argentina y el mundo, con el avance totalizador de pasiones muy bajas. “Es uno de esos momentos oscuros que de vez en cuando aparecen y que habrá que superar. Estoy preocupado y molesto porque hay demasiada gente que quiere cosas que a mí me parecen increíbles. Hay demasiado odio contra el más débil y ganas de patotear”, sentenció.
De todas formas, no perdió su esperanza de que, más temprano que tarde, se dará vuelta la página a este fenómeno. “Esto se va a ir pasando en la medida que podamos construir una idea de futuro que nos importe, para trabajar por ella... porque cuando el futuro no es promesa, se vuelve amenaza”.